El término ilustre que ahora nos ocupa, tenemos que exponer que se trata de una palabra que tiene su origen etimológico en el latín. En concreto, deriva del término «illustris», que puede traducirse como «claro» o «iluminado» y que emana, a su vez, del verbo «illustrare» que es sinónimo de «aclarar» o «dar lustre».
Así se denomina a quien se distingue por su origen, su linaje o su estirpe. La noción también puede usarse para calificar a alguien famoso, popular o reconocido.
Por ejemplo: «El ilustre escritor brindará una conferencia mañana en el salón de actos de la universidad», «El pequeño club de segunda división sorprendió al contratar al ilustre entrenador argentino», «Hoy tendremos una visita ilustre en nuestro programa: se trata de un actor multipremiado que es el protagonista de uno de los grandes éxitos de la televisión».
Noble, sobresaliente, insigne, célebre, prestigioso, distinguido, eminente, notable, superior, excelente o preeminente son algunas de las palabras que se pueden utilizar como sinónimo de ilustre. No obstante, no podemos pasar por alto que entre sus antónimos nos encontramos con términos tales como plebeyo, mediocre, vulgar, grosero, paria, ordinario, soez, basto o innoble, por ejemplo.
El concepto por lo general se vincula a la admiración que surge por alguien a partir de sus logros. Cuando una persona se vuelve admirada por mucha gente, se dice que es ilustre.
El estadounidense Stephen King, por citar un caso, es un escritor ilustre. Ha vendido millones de libros y muchas de sus obras tuvieron adaptaciones cinematográficas muy exitosas. Además ganó decenas de premios literarios. Por eso King tiene una gran cantidad de admiradores y cada vez que se presenta en algún evento público reúne a numerosos lectores. Ante esta realidad, es indudable que el norteamericano es un autor ilustre.
Un científico ilustre, en tanto, es aquel que es respetado por sus colegas gracias a sus descubrimientos y trabajos. Suele tratarse de individuos de amplia trayectoria que son valorados por sus aportes a la ciencia.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que el término que nos ocupa fue el sobrenombre por el que se conoció a Antíoco IV Epífanes (215 a.C – 163 a.C), que fue rey de Siria durante nueve años. Se considera que durante el tiempo que permaneció en el trono fue cuando el Imperio seléucida, el sucesor del de Alejandro Magno, vivió su época de máximo esplendor y fuerza.
Además de todo lo indicado, no podemos olvidarnos de la existencia de distintas obras culturales que llevan en sus títulos la palabra que ahora nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, de la película «El ciudadano ilustre», que se estrenó en el año 2016 y que fue dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn. Se trata de una comedia que toma como protagonista a un escritor argentino que vive en Europa y que ha sido galardonado con el Premio Nobel.
Ilustre, por último, puede ser un tratamiento de cortesía (Ilustrísimo Señor, Muy Ilustre Señor) o un título honorífico (Ciudadano Ilustre, Visitante Ilustre).