Lo que no puede agotarse recibe la calificación de inagotable. Este adjetivo, de este modo, refiere a aquello que no se gasta, consume o termina.
Por ejemplo: “Hay personas que tienen una paciencia inagotable con los niños, pero no es mi caso”, “Mi amor por ti es inagotable”, “El ser humano debería entender que el agua potable no es inagotable”.
Las energías renovables son inagotables: se pueden regenerar naturalmente. Esto quiere decir que, por más que se utilice una gran cantidad de este tipo de fuentes energéticas, la energía no se acabará. Eso ocurre, por citar un caso, con la energía eólica ya que el viento es inagotable. El petróleo, en cambio, es una fuente de energía no renovable debido a que en algún momento sus reservas se extinguirán.
Si alguien se define como un trabajador inagotable, en tanto, estará aludiendo a su gran capacidad de trabajo. Esta persona goza de un excelente estado físico y psíquico que le permite cumplir con sus tareas laborales durante muchas horas sin sufrir una merma en su rendimiento. Otros empleados, por el contrario, se cansan y se aburren con facilidad.
A un escritor, por otra parte, se lo puede felicitar por su creatividad inagotable. En este marco, el autor sorprende publicando dos o tres libros al año, siempre con historias originales y entretenidas. Parecería que las ideas no se le acaban nunca a este individuo, que logra generar contenidos de calidad con frecuencia. Distinto es lo que ocurre con un novelista que, luego de publicar dos obras, empieza a repetir sus temáticas.
La creatividad es un fenómeno muy difícil de entender, uno de los misterios que algunos consideran indescifrables pero que forman parte de todos los individuos, en mayor o menor medida. Sabemos que tanto los seres humanos como los animales somos creativos: tenemos la capacidad de crear, de producir algo partiendo de la nada. Ya sea una herramienta, una estructura o una idea, todos los días vemos ejemplos de personas, perros, gatos, caballos, zorros, cotorras, y muchas especies más volviendo realidad sus conceptos de forma espontánea.
En el caso específico de los artistas, el concepto de creatividad inagotable es un tema de constante estudio, en especial porque uno de sus temores más profundos es dejar de tener ideas. Los escritores, los dibujantes y los compositores, por ejemplo, necesitan de ese mecanismo de creación constante para sentirse vivos, para sentir que sus vidas tienen un sentido; si se convencen de haber llegado al límite de su inspiración, entonces pierden el rumbo.
Hay quienes aseguran que la creatividad es en efecto inagotable, y que en todo caso los bloqueos pueden aparecer por motivos emocionales, por problemas psicológicos como la depresión o los trastornos de la personalidad. No es fácil probar esta afirmación, así como tampoco la contraria; sin embargo, sabemos que muchos artistas llegan a la ancianidad sin haber dejado de crear, al menos de forma permanente.
El concepto de inagotable, por otro lado, puede ser entendido de manera simbólica, ya que en sí no conocemos ninguna fuente verdaderamente infinita de recursos, sino más bien algunas que los renuevan, como se menciona en un párrafo anterior. Si somos rigurosos, algo inagotable debería continuar existiendo eternamente, sin interrupción alguna, sin necesidad de una recarga de material: un ejemplo gráfico podría ser el de un chorro de agua que durara hasta el final de los tiempos.
En nuestra realidad, para que el agua salga a través de un géiser, por ejemplo, ésta debe provenir de algún sitio; por esta razón, cada tanto se agota hasta que el proceso natural del que forman parte las precipitaciones consigue renovarla.