Antes de proceder a establecer el significado del término inoperante, vamos a descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que subrayar que procede del latín, exactamente de la palabra “inoperantis”, que puede traducirse como “el que no obra” y que es el resultado de la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “in-”, que significa “no” o “sin”.
-El verbo “operari”, que es sinónimo de “trabajar”.
-El sufijo “-nte-”, que se usa para indicar “agente” o “el que realiza la acción”.
El adjetivo inoperante se utiliza para calificar a aquel que no es operante: es decir, que no opera. En este marco, nos interesa la acepción del verbo operar como llevar a cabo una tarea, ejecutar una acción o trabajar.
Quien es inoperante, por lo tanto, no realiza una labor que debería concretar. El inoperante también puede desarrollar la operación pero de manera incorrecta.
Por ejemplo: “El presidente es un inoperante ya que no logró resolver ninguno de los problemas que aquejan al país desde hace años”, “El electricista que vino a trabajar a mi casa es un inoperante: apenas se fue, se volvió a cortar la luz”, “El gerente comercial de la empresa es un inoperante”.
Entre los muchos sinónimos que tiene la palabra inoperante podemos destacar algunos tales como inservible, estéril, infructífero, inútil, ineficaz, nulo, vano e incluso improductivo. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con términos como útil, productivo, eficaz, activo o fructífero.
Por lo general se asocia la noción a quien trabaja mal. Tomemos el caso del ministro de Seguridad de un país. Si, durante su gestión, el delito aumentó un 40% a nivel nacional, seguramente los periodistas lo calificarán de inoperante.
El concepto también puede aplicarse a un equipo o una organización. En el terreno del deporte, es habitual que se nombre como inoperante a un conjunto que tuvo un mal desempeño en un partido: “Un inoperante Club San Mateo cayó sin atenuantes ante Deportivo Sol”, “El seleccionado nacional se mostró inoperante sin su capitán”, “El puntero del campeonato goleó a un conjunto visitante totalmente inoperante”.
En el ámbito del Derecho también tenemos que exponer que se usa el término que nos ocupa. Así, por ejemplo, se habla habitualmente de los llamados agravios inoperantes. Estos tienen lugar cuando no se vienen a combatir todas y cada una de las que consideraciones que aparecen incluidas y establecidas en una sentencia.
Un ente que no funciona como debería puede definirse como inoperante: “Por las limitaciones que padecemos con la nueva legislación, nuestra ONG se ha vuelto inoperante”, “La Oficina de Defensa del Consumidor es inoperante, nunca consigue resolver los reclamos a favor del usuario”.
Dentro del ámbito de la literatura nos encontramos con distintas obras que usan en sus títulos el término que estamos abordando. Este sería el caso, por ejemplo, de “La comunidad inoperante”. Se trata de un libro escrito por Jean-Luc Nancy y publicado en el año 2000 que gira en torno a la historia del mundo y, sobre todo, al papel del nazismo.