La letrilla es una poesía corta, muchas veces musicalizada.
La noción de letrilla alude a una poesía de extensión acotada, muchas veces musicalizada. Se trata de una composición satírica, festiva o romántica que se segmenta en estrofas, las cuales en su final suelen repetir la idea general a modo de estribillo.
TemasCaracterísticas generales
La letrilla empezó a popularizarse en el siglo XVI. Lo habitual es que presente un tono ligero, con coplas reales o redondillas. En cuanto a la rima, puede ser asonante o consonante, según el caso.
Cabe destacar que, por su forma, la letrilla suele ser relacionada con el villancico. También ha sido vinculada al romance.
Varios exponentes del llamado Siglo de Oro español incursionaron en la letrilla. Entre ellos podemos mencionar a Francisco de Quevedo,Santa Teresa de Jesús y a Luis de Góngora.
Francisco de Quevedo
Quevedo, de hecho, es el autor de varias letrillas que alcanzaron una gran repercusión por sus características. En la obra conocida como “Poderoso caballero es don Dinero”, por ejemplo, el escritor tomó esa frase para cerrar cada estrofa. Algo similar realiza en otro trabajo muy difundido, donde repite “En verano toma el acero / y en todos tiempos el oro”.
Nació en el año 1580 en Madrid y fue una de las figuras destacadas del Siglo de Oro español, una etapa de la historia que vio el florecimiento de las letras y el arte castellanos de manera contemporánea con el mejor momento a nivel militar y político del Imperio español. Si bien no existe un marco cronológico preciso para este período, suele decirse que comenzó alrededor de 1492 y que duró más de cien años, hasta la firma del Tratado de los Pirineos entre Francia y España, en 1659.
Además de haber destacado en el ámbito de la poesía, Quevedo publicó obras de otros géneros, como ser narrativa, drama y filosofía. Hablando específicamente de su poesía, en los 875 poemas que se le reconocen parece haber explorado casi todas las posibilidades que el género ofrecía en su época, incluyendo subgéneros como la poesía inmoral, la amorosa, la satírico-burlesca, la descriptiva, la metafísica, la religiosa y, por supuesto, la letrilla.
Luis de Góngora
Góngora, por su parte, inmortalizó una letrilla que, en el fin de cada estrofa, reiteraba “Y ríase la gente”. Otras letrillas de este poeta apelaban a la repetición de expresiones como “¡Válgame Dios, qué desgracia!”, “¡Jesús, y qué mala cosa!” y “Milagros del mundo son”.
Este poeta español, que rivalizó con Quevedo, nació en Córdoba en el año 1561 y su obra se convirtió en un referente para las generaciones de escritores que le siguieron. Ya desde sus días como estudiante universitario en Salamanca sus dotes como poeta llamaron la atención de su entorno. Como era costumbre en la época, Góngora también probó diversos tipos de poesía: además de las letrillas (líricas y satíricas), escribió varios romances y sonetos. Algunas de sus obras fueron musicalizadas por Claudio de la Sablonara, Gabriel Días y Diego Gómez, entre otros.
Imagen de Santa Teresa de Jesús, exponente del Siglo de Oro español
Santa Teresa de Jesús
En el plano de la poesía religiosa también aparecen letrillas. Santa Teresa de Jesús apostó por este género, resultando reconocida una letrilla cuyo estribillo indica “Que muero porque no muero”.
Fue una destacada poeta del Siglo de Oro español que compaginó la escritura con su devoción religiosa, plano en el que fundó la Orden de Carmelitas Descalzas. Otro nombre por el que se la conoce es Teresa de Ávila, precisamente porque allí nació, en el año 1515. Su trabajo literario se puede encontrar en la prestigiosa Biblioteca de Autores Españoles, creada en el siglo XIX para reunir las mejores obras del país desde el Medievo. Además, su nombre se encuentra en el Catálogo de Autoridades de la Lengua.
