Cuando algo no exhibe arrugas, no tiene asperezas y/o carece de ornamentaciones, se lo califica como liso. Partiendo de esta definición, el concepto tiene varias acepciones.
Por ejemplo: “Para la fiesta voy a usar un vestido liso de color verde que mi esposo me regaló en mi cumpleaños”, “Después de muchos años, la actriz volvió a mostrarse con el cabello liso”, “Se puede utilizar una espátula para que el pastel quede liso y mejore la apariencia de su superficie”.
Tomemos el caso de la ropa. Un pantalón liso es aquel que presenta un único color, sin dibujos, estampados, etc. Un pantalón rayado, en cambio, exhibe rayas y, por lo tanto, no es liso. Lo mismo puede decirse de camisetas, camisas, abrigos, etc.
Respecto al cabello, el adjetivo se usa con referencia a la ausencia de rizos y ondulaciones. Cuando alguien tiene el cabello liso, por lo tanto, no dispone de ondas en su cabellera.
Retomando la vestimenta, también podemos decir que un pantalón, una camiseta o una camisa, entre otras muchas prendas, quedan lisas una vez que las planchamos. Esto se puede hacer con el electrodoméstico conocido comúnmente como «plancha» o también de manera natural, dejándola bien doblada debajo de algún objeto pesado durante unas horas.
Un músculo liso está compuesto por fibras musculares lisas. Formados por células con aspecto de huso, estos músculos no tienen estrías transversales, aunque sí algunas longitudinales. El sistema nervioso autónomo se encarga de estimular la contracción de los músculos lisos, que pueden dividirse en músculos lisos unitarios y músculos lisos multiunitarios según cómo se contraen.
Podemos encontrar el músculo liso en varios órganos de nuestro cuerpo, entre los que se encuentran los siguientes: el estómago, el esófago, los vasos sanguíneos, el intestino, la vejiga urinaria y el útero.
Un neumático liso, por otro lado, no alberga dibujos o surcos en la banda de rodadura. Por lo general, este tipo de neumático se emplea en coches de carreras.
Como sustantivo, liso es un tipo de aguardiente también llamado holanda. Se produce a través de la destilación directa de un vino y tiene una graduación alcohólica de hasta 65º. Siguiendo en el terreno de las bebidas, se denomina liso a un vaso que presenta el mismo ancho en el fondo y en la boca.
Otro caso en el cual esta palabra se usa como sustantivo se da en el nombre de una ciudad antigua de Grecia, ubicada en la isla de Creta, la más grande del país. Se habla de ella en la obra titulada Periplo de Pseudo-Escílax, publicada entre el final del siglo IV y el principio del III a. C., donde el autor menciona la presencia de un puerto en las proximidades del cabo Criu Metopon.
Existen evidencias de las monedas que acuñaban los habitantes de Liso junto con los de Hirtacina, otra antigua ciudad de Creta, en cuyas caras se pueden apreciar unas inscripciones muy características. Por otro lado, Hierocles, un geógrafo perteneciente al siglo VI, incluyó la ciudad de Liso en su lista de veintidós ciudades cretenses.
El término «liso» se usa en el habla cotidiana con mucha frecuencia, dada la versatilidad de su significado y la facilidad que supone pronunciarla y escribirla. No se puede decir lo mismo de algunos de sus sinónimos, como ser «homogéneo» y «pulimentado», por ejemplo, que son mucho menos comunes.
Además de los expuestos en el párrafo anterior, este adjetivo cuenta con muchos más sinónimos, que podemos aprovechar para no caer en redundancias innecesarias; veamos algunos de ellos a continuación: llano, terso, regular, igual, recto, pulido, plano y parejo. También podemos mencionar algunos de sus antónimos: desigual, áspero y arrugado.