El origen etimológico del término lleno que ahora nos ocupa se encuentra en el latín. En concreto, emana de «plenus», que puede traducirse como «completo» o «lleno».
Este adjetivo refiere a aquello que se encuentra colmado.
Por ejemplo: «Como el restaurante del hotel estaba lleno, tuvimos que ir a cenar a otro lado», «Cuando la mujer fue a buscar el pantalón, lo halló lleno de agujeros por culpa de las polillas», «El libro está lleno de misterios cuya resolución el lector va conociendo con el correr de las páginas».
Además de los ya citados, podemos exponer que hay otros términos que también pueden funcionar como sinónimos de lleno. Nos estamos refiriendo a saturado, atestado, repleto, henchido, abarrotado, congestionado o plagado. Por el contrario, entre sus antónimos están vacío, falto o desocupado.
Un lugar está lleno cuando no puede albergar o recibir a más personas. El sitio llegó, por lo tanto, al límite de su capacidad. Supongamos que un estadio tiene espacio para 25.000 espectadores. Cuando esa cantidad de gente ingresa al recinto para disfrutar un espectáculo deportivo, el estadio en cuestión se llena: no es posible que accedan más individuos.
Si algo tiene abundancia o profusión de algún elemento, se dice que está lleno de dicha cosa: «Gómez es un jugador lleno de recursos técnicos que, de acuerdo a los periodistas especializados, pronto se convertirá en una figura del fútbol mundial», «El nuevo disco del cantante brasileño está lleno de canciones lentas, aunque también incluye algunos temas más movidos», «Este país está lleno de paisajes bellísimos».
Un individuo está lleno, por otro lado, cuando sació por completo su hambre. Esto quiere decir que no está en condiciones de seguir comiendo: «Estoy lleno, no puedo comer ni una porción más de pizza», «El tío Jorge ingirió cuatro hamburguesas y dice que todavía no está lleno…», «Quedé lleno luego de ese gran plato de fideos».
De la misma manera, no podemos pasar por alto que existe una serie de televisión que lleva en su título el término que ahora nos ocupa. Nos estamos refiriendo a «Lleno, por favor». Se trata de una producción española en clave de comedia que se emitió en Antena 3 en la década de los años 90.
Vicente Escrivá fue el creador de esa serie, que toma como escenario una gasolinera situada a las afueras de un pequeño pueblo. Esa es regentaba por un hombre y por su esposa. Allí también trabajan su hija y dos empleados. Y todos ellos vivirán situaciones de lo más rocambolescas en ese negocio debido a las personas que por él pasan a diario.
El elenco de esta producción estuvo conformado por actores de renombre como Alfredo Landa, Beatriz Carvajal, Lydia Bosch, Micky Molina y Jesús Cisneros.
Por otro lado, tampoco podemos olvidarnos del cuento «Un libro lleno de errores», que es obra de Corinna Luyken y que intenta demostrar que los errores pueden dar lugar a las mejores oportunidades.