Se conoce como ludismo a un movimiento surgido en Inglaterra en el siglo XIX a modo de protesta contra la incorporación de maquinaria en el ámbito laboral. Se trató de una corriente impulsada por artesanos frente a la destrucción de sus puestos de trabajo.
TemasBreve historia
A partir de la Revolución Industrial, comenzaron a usarse máquinas de hilar y telares para automatizar y agilizar distintos pasos del proceso productivo textil. De este modo, los especialistas en el trabajo artesanal empezaron a ser dejados de lado y fueron reemplazados por trabajadores con menos cualificaciones, quienes cobraban menos.
El ludismo fue un movimiento contra el uso de maquinaria en el ámbito laboral.
Frente a esta realidad, irrumpió el ludismo, cuyos activistas atacaban y rompían las máquinas a modo de queja. Según los historiadores, el ludismo se enmarcó en un proceso de creciente disconformidad de la clase obrera que iba más allá de la oposición a la incorporación de tecnología.
Hay expertos que sostienen que los ataques a las máquinas eran una manera de construir solidaridad entre los empleados para así mejorar la posición de los trabajadores a la hora de negociar con sus patrones. De esta forma, entre 1811 y 1816 se registraron ofensivas contra plantas industriales en ciudades como Nottinghamshire, Yorkshire del Oeste, Middleton y Lancashire. La dura represión del gobierno británico, que incluyó la aplicación de la pena de muerte, logró apaciguar las revueltas.
Cabe destacar que se atribuye la denominación de ludismo al accionar de Ned Ludd, un supuesto trabajador que habría iniciado los incendios de máquinas textiles en 1811. Ludd podría tratarse de una figura legendaria al estilo de Robin Hood o del pseudónimo de una persona real que quiso evitar represalias.
En España
Si bien la historia del ludismo nos lleva a Inglaterra, es importante mencionar que este movimiento también tuvo repercusiones en otras partes del mundo. tal fue el caso de España, donde su influencia se percibió por primera vez alrededor del año 1821, cuando tuvieron lugar los llamados sucesos de Alcoy.
Se conocen por este nombre las manifestaciones que reunieron a más de mil doscientos jornaleros y campesinos de los pueblos cercanos a Alcoy, ciudad de la provincia de Alicante, quienes trabajaban en sus propias casas hilando y cardando lana de forma artesanal. Así como los sucesos ocurridos en Inglaterra, estos cientos de españoles provocaron la destrucción de muchas máquinas para demostrar su descontento.
En Cataluña, por otra parte, podemos mencionar la quema de la fábrica Bonaplata, que tuvo lugar como parte del movimiento ludita en Barcelona, en el marco de los motines populares del año 1835 que se conocen bajo el nombre de bulla anticlerical.
Ludismo contemporáneo
En la actualidad, se denomina «ludita» a cualquier persona que se oponga o tarde más de lo esperado en acercarse a las tecnologías actuales, ya sea en su vida personal o en su espacio de trabajo. También existe la palabra «neoludismo», que denota una postura opuesta a diversos tipos de tecnología.
Un neoludita se opone a la tecnología o tarda en incorporarla a su vida.
En el año 1996, el Segundo Congreso Ludita, celebrado en el estado de Ohio, afirmó en su manifiesto que el neoludismo no tenía líderes pero que se resistía de manera pasiva a las tecnologías, que representaban una amenaza cada vez mayor, y al consumismo.
Cabe mencionar que es muy poco probable encontrar personas que al día de hoy se identifiquen con el ludismo o el neoludismo, ya que nos encontramos en una era dominada por los teléfonos, las tabletas, los televisores inteligentes e Internet. Esta resistencia, que se menciona en el manifiesto de 1996, fue relativamente fácil de sostener cuando todavía los dispositivos electrónicos (salvando el televisor y la radio) se creían objeto de interés de unos pocos, de los más jóvenes o de los futuros ingenieros.
