Se denomina luteranismo a la doctrina que desarrolló el fraile y teólogo católico Martín Lutero en el siglo XVI. Se trata de una rama del cristianismo que forma parte del conjunto del protestantismo.
Antes de avanzar con la idea de luteranismo, es importante mencionar que el cristianismo es la religión que se basa en las enseñanzas de Jesús de Nazaret. En el cristianismo podemos encontrar varias divisiones, como el catolicismo (que se reconoce como la continuación de la iglesia fundada por San Pedro y que tiene al papa como líder) y el protestantismo (establecido por quienes impulsaron una reforma para rechazar, entre otras cuestiones, el primado de San Pedro, la sucesión apostólica de los papas y varios de los sacramentos).
Lutero
Lutero (1483–1546), en este marco, fue el responsable de promover cambios en el cristianismo dentro del territorio alemán. Sus postulados y acciones fueron la inspiración de la reforma protestante y la base de la doctrina que recibe la denominación de luteranismo.
En 1517, este religioso publicó “Cuestionamiento al poder y eficacia de las indulgencias”, un texto mencionado como las 95 tesis de Lutero. Este trabajo sentó las bases del luteranismo, que propuso una vuelta a los valores bíblicos originales.
Reforma protestante
El mencionado movimiento al que dio comienzo Lutero en el siglo XVI, que también se conoce simplemente como la Reforma, provocó una división en la Iglesia católica y dio comienzo a otras varias, así como a ciertas corrientes que se enmarcan en lo que conocemos como protestantismo. Nótese que para diversos estudiosos de la historia, este movimiento se denomina revolución protestante; así, por ejemplo, podemos encontrarlo en la obra de Ricardo García Villoslada.
El origen de este movimiento se encuentra en las propuestas y críticas que emitieron varios intelectuales de la época, tanto del ámbito político como religioso y también filosófico de Europa, con la intención de generar un profundo cambio en todo lo que hacía a la Iglesia católica. Además, buscaban que el papa no continuara gozando de poder sobre toda la cultura cristiana. De hecho, desde el punto de vista estricto del protestantismo, el papa es simplemente el obispo de su ciudad.
Bases del luteranismo
El luteranismo cree en la Santa Trinidad (en un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo) y en la existencia de Jesús como el fundador del cristianismo. Sin embargo, para Lutero, Dios perdona a los hombres por su fe y no por sus buenas acciones. Este punto es muy importante, ya que en la teoría ortodoxa, por ejemplo, Dios se apoya en los méritos de cada individuo, los que se desprenden de sus acciones, para decidir si otorgarles la salvación.
Además el luteranismo rechaza la veneración de figuras e imágenes y la mediación de vírgenes y santos. Lutero también fue el responsable de denunciar el intercambio de bienes materiales por el perdón, la indulgencia o incluso cargos dentro de la Iglesia, algo que no se acepta en absoluto en el marco del luteranismo. La negación del purgatorio, el rechazo de la creencia en el papado como institución divina y la autorización a los ministros a casarse y tener hijos son otras características del luteranismo.
Volviendo a los santos y otros personajes adorados tradicionalmente por la Iglesia católica, el luteranismo tampoco acepta que los creyentes les recen, y esto incluye a la propia Virgen María. Otro concepto que apareció con el luteranismo fue el Sacerdocio Universal, también llamado de todos los creyentes, una doctrina de acuerdo con la cual la totalidad de los fieles tiene la posibilidad de acercarse a Dios sin necesitar ayuda de un tercero. Esto no les resta importancia a los pastores a la hora de acercar a los fieles los sacramentos y las Sagradas Escrituras, sino que les resta la exclusividad que la Iglesia católica les da al convertirlos en canales hacia y desde Dios.