Marimba es la denominación que recibe en español un instrumento musical muy antiguo que, a lo largo del tiempo, fue ganando visibilidad e importancia en numerosos países. Se trata de un elemento a base de madera que se enmarca en la familia de los instrumentos de percusión.
La persona encargada de tocar a esta clase de tambor muy presente en ciertas regiones africanas recibe el título de marimbera o marimbista.
Antes de dar paso a la historia de la marimba y ofrecer detalles sobre este objeto relevante a nivel cultural resulta oportuno señalar que en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) existen tres acepciones para este término. Así, pues, es válido asociarlo, por poseer un estilo similar, con el xilófono ya que en ambos el sonido surge al golpear tablas de madera. De igual manera, puede vincularse al instrumento llamado tímpano porque otra de las interpretaciones identifica a la marimba como una fuente sonora conformada por tiras o listones de vidrio que se percuten, no muy fuerte, utilizando un macillo.
Historia de la marimba
La historia de la marimba se remonta a muchos siglos atrás e involucra a una gran cantidad de naciones. Se dice que esta creación está inspirada en un idiófono presentado como balafón que surgió en África Occidental. Se trata de una estructura conformada por calabazas para la resonancia y un teclado armado en madera que deben ser golpeados para producir sonidos. Debido a sus particularidades, esta pieza de percusión comparte familia con la marimba, el vibráfono, el xilófono y el glockenspiel.
En territorio mexicano, la marimba hizo su aparición hacia 1545, surgiendo en 1892 una marimba de doble teclado en el estado mexicano de Chiapas. Más tarde hizo su aparición una marimba de cinco octavas que quedó minúscula cuando salió a la luz una construcción mucho más ambiciosa y grande: la marimba de once octavas. Mención especial merece el valor de este instrumento dentro de la identidad de los chiapanecos, razón por la cual el Sistema de Información Cultural del Gobierno de México incluye a la marimba de Chiapas dentro del inventario del patrimonio cultural inmaterial. En Tuxtla Gutiérrez, además, existe el Museo de la Marimba que se enmarca en el concurrido Parque de la Marimba, un espacio que deleita al público familiar por ser pintoresco y porque allí hay artistas que brindan shows de música en vivo.
En la superficie guatemalteca, por otra parte, hay registros del uso inicial de este instrumento que datan de noviembre de 1680. Tan conectada a la historia, la tradición y la cultura de Guatemala está la marimba que no solamente se la ha declarado allí como instrumento nacional sino que también se la señala como uno de los símbolos patrios.
Otra muestra de cómo se estima a este elemento se localiza en Nicaragua, donde se ha erigido el Monumento a la Marimba de Arco, así como en Ecuador se ha propuesto a la marimba esmeraldeña como una creación artística con condiciones para formar parte de la lista representativa que la Unesco lleva adelante para identificar y resguardar al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Costa Rica y Colombia (escenario de un festival de marimba) son otros de los países donde se incentiva y valora la construcción de marimbas y la música generada mediante este instrumento.
Materiales, técnicas y variedades
Aprender sobre los materiales y los componentes de la marimba, estar al tanto de las técnicas de ejecución e instruirse acerca de las variedades existentes ayuda a ampliar los conocimientos culturales y a descubrir un maravilloso universo de sonidos particulares.
Es enriquecedor saber, entre otras cuestiones, que una serie de maderas de múltiples tamaños organizadas de más largas a más cortas resultan esenciales para armar el teclado. Para la caja de resonancia, en cambio, hay que hacer un trabajo de afinación para que cada madera de esa estructura esté a tono con cada tecla.
En cuanto a los procedimientos de ejecución, aparecen como alternativas para no perder de vista la técnica a cuatro baquetas y el arte del glissando. Por supuesto, lo más aconsejable es asistir a un taller de marimba a fin de dominar correctamente las técnicas.
Tampoco hay que olvidar que, desde tiempos remotos, se elaboran y usan numerosos tipos de marimbas que han ido aportando sus sonidos característicos a múltiples géneros y estilos musicales. Gracias a aquellos que se animan a experimentar con instrumentos y composiciones musicales sin condicionarse por prejuicios, por ejemplo, pueden convivir en armonía la marimba folklórica y la marimba midi, por citar dos casos concretos.
No es igual, como es de esperarse por otro lado, una marimba de juguete fabricada para entretener a los niños que una marimba cromática destinada al uso profesional. Hay diferencias, incluso, entre una marimba de caoba y otra diseñada con otra clase de madera como ocurre en el caso de la marimba de palo santo, por señalar más alternativas.