Xilófono es el nombre de un instrumento de música que, por sus características, forma parte de los denominados instrumentos de percusión. Consta de diferentes láminas ubicadas de modo horizontal que, al ser golpeadas con baquetas, emiten distintos sonidos de acuerdo a su afinación.
Las diversas láminas del xilófono, por lo tanto, suenan en distintos tonos (es decir, con distintas notas musicales). Puede compararse la organización de las láminas con la organización que tienen las teclas de un piano.
También llamado xilofón, este instrumento cuenta con láminas de madera. Por eso, sus notas tienen una duración inferior si se las compara con las notas que brindan los instrumentos con placas de metal, como el metalófono. Esto se debe a que las láminas de madera tienen una vibración menor que las láminas metálicas.
De acuerdo al tamaño, es posible diferenciar entre el xilófono bajo, el xilófono alto y el xilófono soprano. Los xilófonos de mayor tamaño pueden llegar a hacer cerca de 48 notas diferentes.
Muchas orquestas sinfónicas utilizan xilófonos. La persona que toca el xilófono debe conocer con precisión la técnica para obtener los sonidos apropiados del instrumento. En algunos casos, por ejemplo, se golpea una misma lámina con ambas baquetas, de modo alternado, para lograr cierto efecto.
A pesar de que su aspecto lo presenta como un instrumento menos complejo que un piano o un clavicordio, se trata de un importante componente de muchas orquestas, ya que algunos de los grandes compositores lo han incluido en sus obras; tal es el caso de la Sinfonía Nº 6 de Gustav Mahler, y de Carnival of the Animals y Danse macabre, ambas de Camille Saint-Saëns.
Es importante destacar que existen xilófonos pequeños que se emplean en el ámbito de la educación para que los niños se familiaricen con la escala pentatónica. En este caso, el xilófono permite aplicar el llamado Método Orff, una técnica pedagógica impulsada por Carl Orff que además se utiliza en la musicoterapia.
Con respecto al compositor alemán Carl Orff, también podemos decir que sus creaciones se ubican en el marco del neoclasicismo musical y que su obra más conocida es probablemente Carmina Burana. Retomando el método pedagógico que lleva su nombre, el cual asimismo se conoce como schulwerk (trabajo escolar), surgió en gran parte como resultado del trabajo de Orff en un centro de enseñanza que fundó con Dorothee Günther en el año 1924.
El método Orff se centra en un único repertorio, que resultó de una colaboración de muchos años con Gunild Keetman, la cual se enfocó en el acercamiento de los niños a la música. En otras palabras, se trata de una recopilación de obras llevada a cabo de forma meticulosa y sistematizada, con un claro objetivo pedagógico.
La escala que utiliza el método Orff es pentatónica, es decir que cuenta con cinco notas diferentes; en este caso, la secuencia es la siguiente: sol, mi, la, do, re. A través de este acercamiento a los instrumentos de percusión mediante el xilófono, también se interiorizan conceptos tales como la métrica, el ritmo, la pronunciación y entonación de las palabras cuando están acompañadas de música. Por otro lado, es una buena forma de acercar a los niños a las canciones tradicionales de su cultura.
Una de las primeras actividades que el método Orff propone a los estudiantes es la interpretación de patrones rítmicos de poca complejidad; poco a poco, se incorporan en la enseñanza instrumentos de percusión tales como el glockenspiel, el metalófono y el xilófono, para complementar el aprendizaje. Es importante señalar que estos instrumentos se presentan en versiones y tamaños adecuados a la edad de cada alumno, de manera que no resulten abrumadores, sino atractivos y fáciles de usar.
