La invención de la polea volvió más fácil la elevación de objetos pesados.
Mecanización es el acto y el resultado de mecanizar. El verbo mecanizar, en tanto, alude a emplear máquinas para el desarrollo de un proceso.
TemasElaboración mecánica
La mecanización, en este marco, implica apelar a una elaboración mecánica. Para lograr esto se utilizan maquinarias que, por lo general, incrementan la velocidad de las operaciones y permiten ganar eficiencia.
Lo que hace la mecanización es propiciar un reemplazo del trabajo animal o humano por labores realizadas por máquinas. Las personas, de todos modos, deben encargarse de programar, dirigir y controlar la operación, con lo cual siguen siendo necesarias en este contexto.
Orígenes
Los orígenes de la mecanización se asocian a la invención de la rueda, miles de años antes de Cristo por parte de los sumerios, un antiguo pueblo de Oriente medio que se considera la primera civilización de la historia. Su objetivo era volver más fácil el traslado de cosas pesadas, sobre todo en las obras de construcción, las cuales comenzaron a durar menos tiempo gracias a este invento.
El desarrollo de poleas, en el año 220 a. C., también permitió dar los primeros pasos hacia la mecanización de tareas. Esto se lo debemos al científico italiano Arquímedes, uno de los más destacados de la Antigüedad. Así como la rueda mejoró las condiciones de transporte, la polea volvió más fácil los movimientos verticales.
El primer texto impreso, titulado Sutra del Diamante, data de muchos cientos de años más tarde, de la segunda mitad del siglo IX, y fue allado en el municipio chino de Dunhuang. Si bien contamos con esta evidencia de la mecanización de la escritura, no fue hasta la década de 1440 que surgió la imprenta moderna, de la mano del orfebre alemán Johannes Gutenberg. Nótese que si bien este invento suele adjudicarse a Gutenberg, hay quienes discuten la precisión de este dato.
La Revolución Industrial
Lo que actualmente se entiende por mecanización, sin embargo, se extendió recién a partir de mediados del siglo XVIII, cuando en Inglaterra tuvo lugar la Revolución Industrial.
Tras la Revolución Industrial, los trabajos artesanales y la tracción animal comenzaron a quedar de lado y en cambio empezaron a adoptarse máquinas para la concreción de los procesos productivos y el traslado de las mercancías. Esta mecanización contribuyó a incrementar la riqueza y favoreció el desarrollo económico.
No se puede hablar de mecanización sin mencionar el ferrocarril, el primer paso hacia el transporte sin necesidad de explotación animal. Si bien las primeras versiones sí dependían de los caballos para su movimiento, hacia la década de 1820 apareció en Inglaterra el primer ferrocarril a vapor. Su aceptación fue tan positiva, que no pasó mucho tiempo hasta que se construyeran más líneas del mismo tipo para conectar diferentes puntos del mapa.
El ferrocarril, un claro ejemplo de mecanización del siglo XIX
Rapidez, regularidad, precisión
Es importante señalar que la idea de mecanización también se usa para nombrar a lo que ocurre cuando una acción humana adquiere las características de una operación efectuada por una máquina en relación a la rapidez, la regularidad o la precisión. Un cocinero, por mencionar una posibilidad, puede lograr la mecanización de un proceso si siempre repite los mismos pasos muchas veces en una cierta elaboración.
Claro que para que tenga lugar la mecanización de ciertas tareas es necesario que la persona las lleve a cabo con mucha frecuencia. Esto ocurre, por ejemplo, en los trabajos repetitivos, que consisten en pocas acciones de manera sucesiva todos los días. Un caso fácil de entender es el ingreso de datos, una ocupación que consiste en digitalizar una serie de documentos, pasándolos a un ordenador uno tras otro. Por lo general, se trata de un trabajo extremadamente monótono, que no presenta desafíos más allá de llegar a tiempo con la pila de hojas asignada.
