La noción de médano procede del árabe hispánico máydan. El término alude a una duna: una elevación de arena que el viento se encarga de formar y de desplazar en las playas y en los desiertos.
Los médanos, por lo tanto, se desarrollan cuando la arena se acumula por acción de los vientos. Esto hace que cuenten con capas uniformes que se van superponiendo.
Si el viento sopla en una dirección dominante, los médanos que se constituyen adquieren forma de letra C. Las ráfagas provocan que avancen, teniendo mayor movimiento las dunas más pequeñas. De este modo, los médanos más chicos terminan alcanzando a los médanos más grandes, con los cuales se fusionan.
El viento también hace que, de los médanos de mayor magnitud, se vaya desprendiendo arena que da lugar a nuevas dunas. Estos fenómenos de desplazamiento y formación de colinas de arena pueden generar diversos trastornos, desde la obstrucción de caminos hasta la invasión de cultivos.
Para minimizar estos inconvenientes, es habitual que se fijen los médanos al terreno a través de plantas. En algunos casos también se apela a sustancias aglutinantes.
En muchas playas los médanos funcionan como una barrera natural ante el avance del mar. Por eso son importantes para combatir la erosión costera: sin médanos, el agua puede cubrir poco a poco el litoral.
Médano o Médanos, en tanto, son nociones que aparecen en el nombre de varias localidades. En Argentina existen ciudades llamadas Médanos en la provincia de Buenos Aires y en Entre Ríos; en Venezuela está el Parque Nacional Los Médanos de Coro. La isla española de Tenerife, por último, tiene una población denominada El Médano.
La localidad de El Médano pertenece al municipio de Granadilla de Abona y es la más turística de todas. Su nombre se debe a que en la zona hay una gran cantidad de médanos. Con respecto a su ubicación, se halla a unos 11 kilómetros del centro de Granadilla y su altitud ronda los 75 metros sobre el nivel del mar.
Podemos reconocer varios núcleos en esta localidad, que son los siguientes: Ensenada Pelada, El Topo, El Cabezo, Arenas del Mar y El Médano. Allí encontramos centros de educación primaria y secundaria, oficinas de atención turística y ciudadana, un centro para la tercera edad, una casa de la cultura, un centro de salud, uno comercial y una parroquia, además de servicio postal y otros varios servicios.
Para el esparcimiento, en El Médano podemos encontrar diversas plazas públicas, entre las que se destacan la de la Ermita, la de Galicia y la del Médano, además de instalaciones para practicar deportes y parques infantiles. Hay también un paseo marítimo que costea todo el pueblo, desde la Montaña Pelada hasta el otro extremo. Desde allí es posible llegar a las rutas de senderismo que llevan a la Montaña Roja.
Con respecto al compromiso con el medio ambiente, en El Médano está el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), un centro de investigación de relevancia internacional que también se enfoca en los avances en las telecomunicaciones y la ingeniería.
Una de las atracciones más populares es la Cueva del Santo hermano Pedro, en la cual tienen lugar peregrinaciones numerosas todos los años. La Montaña pelada es un espacio protegido, un cono volcánico considerado un monumento natural, con una caldera que se aproxima al kilómetro de diámetro que se formó por la sucesión de muchas explosiones a causa de la vaporización del agua marina.
La playa más conocida es la de Leocadio Machado, cuya longitud ronda los 750 metros. En el año 2004, recibió en la distinción de Bandera Azul, un galardón destinado a los puertos y las playas que alcanzan un nivel destacado en el cuidado de sus instalaciones.