Antes de entrar de lleno en el significado del término medida cautelar, se hace necesario proceder a conocer el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Medida, en primer lugar, deriva del latín. Es el resultado de la unión de estos dos componentes léxicos: el verbo «metiri», que significa «medir», y el sufijo «-ida», que se emplea para indicar una cualidad que es perceptible a los sentidos.
-Cautelar, en segundo lugar, viene de la palabra latina «cautela», que puede definirse como «cualidad del precavido». Esa se formó al unirse el adjetivo «cautus» y el sufijo «-la».
Medida es un término con múltiples significados: en este caso nos interesa su acepción como una disposición. Cautelar, en tanto, puede usarse como adjetivo para calificar a aquello que es preventivo.
Con estas ideas en claro, podemos avanzar en la definición de medida cautelar, una expresión habitual en el terreno del derecho. Así se denomina a las disposiciones que se toman como prevención para asegurar la eficacia final de un fallo o para la preservación del bien litigioso.
El dictado de una medida cautelar se realiza a través de una resolución judicial. Su objetivo es garantizar el resultado futuro que se pueda producir en un proceso.
Las medidas cautelares, de este modo, permiten la preservación anticipada de una consecuencia previsible que se materializará en el transcurso del proceso. Puede decirse que se trata de herramientas que apuntan a evitar los problemas vinculados al paso del tiempo mientras se desarrolla el juicio.
Con una medida cautelar se puede conservar la igualdad entre dos elementos, certificando preventivamente la eficacia de la sentencia. Así se busca que la Justicia alcance su eficacia adecuada.
Un embargo preventivo es un ejemplo de medida cautelar. A través de esta acción, se inmovilizan los bienes de una persona que está sometida a un proceso de demanda. La medida cautelar, en este caso, certifica que la sentencia pueda ejecutarse de forma eficaz, ya que el sujeto podrá hacerle frente con los bienes que están inmovilizados por la disposición judicial.
La prisión preventiva y la prohibición a salir del país son otras medidas cautelares frecuentes que posibilitan velar por el procedimiento investigativo y por la seguridad de la víctima o de la sociedad en general.
Dentro del ámbito del derecho familiar, también se recurre al establecimiento de medidas cautelares. Un claro ejemplo es cuando un matrimonio con hijos va a divorciarse. En ese caso, el juez que lleva el caso, hasta que exista una sentencia definitiva, puede optar por establecer medidas de ese tipo.
En concreto, entre las medidas cautelares que puede tomar se encuentran indicar cuál de los dos progenitores permanecerá y convivirá con los hijos menores o cuál será el horario de visita del progenitor que no conviva con ellos e incluso cómo ese disfrutará con sus vástagos de fines de semana o vacaciones.
Otras medidas cautelares pueden ser fijar el importe mensual que el progenitor que no conviva con sus hijos tendrá que pagar como pensión alimenticia e incluso el establecer unas directrices de reparto entre los progenitores en cuanto al uso y disfrute de bienes comunes.