En el latín es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término modo que ahora nos ocupa. Concretamente, emana de la palabra “modus”, que puede traducirse como “medida” o “manera”.
Precisamente partiendo de esto tenemos que establecer la existencia de dos expresiones con esa palabra latina que aún se siguen empleando con cierta frecuencia:
-“Modus operandi”, puede traducirse como “modo de obrar” y se utiliza para hacer referencia a la forma en la que una persona o varias actúan o proceden. Un ejemplo puede ser la siguiente operación: “El modus operandi de ese partido político es la crispación y el engaño”.
-“Modus vivendi”, por su parte, significa “modo de vida”. En su caso, se usa para hacer mención a la forma de ser que tiene una persona o a la manera que tiene de ganarse el sustento. Un ejemplo con ella sería: “El modus vivendi de esta tribu es la agricultura y la caza”.
Ese vocablo latino llegó al castellano como modo, un término con más de una decena de acepciones en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). La primera alude a la apariencia o la posición que exhibe un ser o un acto ante los ojos de un individuo.
El modo también es el procedimiento necesario para concretar una acción y la sobriedad o el equilibrio al hablar o actuar. Por ejemplo: “Cuando me comunicó su decisión, lo dijo de un modo que me resultó chocante”, “Ríndete, no tienes modo de escapar”, “Es un muchacho con buenos modos, muy educado”.
Partiendo de estos diferentes significados que tiene el término modo, no podemos pasar por alto que entre las palabras que pueden funcionar como sinónimos de él están manera, método, procedimiento, forma, medio, talante, porte, estilo, conducta, tenor, guisa…
En el terreno de la gramática, el modo es una categoría expresada en un verbo a través de flexión, que refiere a la actitud del individuo hacia lo expresado o a la dependencia sintáctica que existe en ciertos tipos de subordinación.
El modo gramatical, por lo tanto, es un rasgo interviniente en la conjugación de los verbos. Estos modos tienen diferentes características de acuerdo a la lengua. En el castellano podemos encontrar modos como el modo indicativo, el modo subjuntivo, el modo imperativo y el modo condicional, por mencionar algunas posibilidades.
En el plano jurídico, el modo es una carga atada a una herencia, una donación u otros derechos. De esta manera, se obliga al sujeto a realizar una prestación a cambio de la atribución.
Para la música, el modo es una forma de organización de los intervalos de una escala o de la estructura de una relación rítmica. La filosofía (respecto a una forma determinada aunque variable de un ser) y la física (en relación a las características que puede llegar a asumir un fenómeno) también apelan a la idea de modo.
Además, no podemos olvidar que se ha popularizado la expresión “modo zen”. Con esta lo que se intenta expresar que una persona se encuentra en un momento de su vida muy relajado, en el que no quiere conflictos. Un ejemplo sería: “Eva está en modo zen tras su ruptura sentimental y su cambio de trabajo”.
