El origen del término mojigato resulta muy singular. En este caso, tenemos que subrayar que es el fruto de la unión de dos componentes léxicos:
-La palabra “mojo”, que deriva de la onomatopeya “miau”.
-El sustantivo “gato”, emana del latín “cattus”, que puede traducirse como “gato”.
La noción de mojigato alude a quien evidencia recelos morales excesivos o desmesurados. El individuo mojigato se escandaliza por las conductas y las actitudes de la mayoría de las personas, presentándose a sí mismo como un bastión de las buenas costumbres y de lo que es “correcto”.
Entre las palabras que pueden funcionar como sinónimos de mojigato tenemos que destacar algunas tales como hipócrita, beato, recatado, santurrón, puritano, remilgado, meapilas, santón, ñoño o gazmoño.
Un mojigato exagera en su autocontrol y se priva de todo tipo de placeres. Además, por lo general, no exterioriza sus verdaderos sentimientos, deseos y emociones ya que pretende guardar una fachada intachable.
Podemos encontrar un arquetipo de un mojigato en Ned Flanders, el personaje de Los Simpson, quien basa su accionar en aquello que su religión (o la interpretación que él hace de ella) le marca como aceptable. Se trata de alguien que define cada uno de sus pasos de acuerdo a lo escrito en la Biblia y que incluso se comunica con su líder religioso (el Reverendo Alegría o Lovejoy) para buscar su aprobación en decisiones cotidianas o insignificantes.
Precisamente en la serie «Sexo en Nueva York», protagonizada por cuatro mujeres, hay una de ellas que llama la atención por ser mojigata en comparación a las actitudes y relaciones sexuales de sus amigas. Esa es Charlotte York, que está interpretada por la actriz Kristin Davis, ya que apuesta por una vida tradicional.
Tomemos el caso de tres chicas que salen a bailar. Mientras que dos se divierten moviéndose sin prejuicios al ritmo de la música, la tercera se queda quieta en un rincón por pensar que el baile es inapropiado para una dama. Ante esta situación, podría calificarse a la joven que no baila como mojigata.
Es importante mencionar que este adjetivo suele emplearse de manera despectiva. El sujeto señalado como mojigato posiblemente no se considere a sí mismo de ese modo; por el contrario, puede sostener que está haciendo lo adecuado desde el punto de vista moral o religioso.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que existe una obra de teatro que lleva en su título el término que ahora nos ocupa. Nos estamos refiriendo a “Los mojigatos”, que está interpretada por los actores españoles Gabino Diego y Cecilia Solaguren.
La actriz Magüi Mira es la directora de esa obra, que viene a ser una adaptación de una comedia sobre el movimiento llamado “Me Too” que está escrita por el autor inglés Anthony Neilson. En concreto, a través de la misma, se quiere plantear el porqué de ese citado movimiento a través de la evolución que la sociedad ha tenido a lo largo del tiempo en cuanto a las relaciones entre hombres y mujeres.
En el Teatro Bellas Artes de Madrid es donde se ha representado esta obra teatral que resulta especialmente divertida y que lleva a reflexionar al espectador de forma profunda.
La Mojigata, por otra parte, es el nombre de una murga fundada en 1999 en Uruguay. Esta agrupación presentó más de una decena de discos y participó en numerosas ediciones del carnaval uruguayo.