La música es el arte que consiste en dotar a los sonidos y los silencios de una cierta organización. El resultado de este orden resulta lógico, coherente y agradable al oído.
Sin dudas, es más fácil sentirla y reproducirla que explicarla o definirla: todos entendemos qué es la música, pero ¿cuántos pueden poner en palabras cuáles son sus características esenciales o aquello que le da sentido?
El término tiene su origen en el latín musica, que a su vez deriva del término griego mousike, referente a la educación del espíritu bajo la advocación de las musas de las artes.
Acerca de la música
Existen diversos principios que permiten llevar a cabo la organización de los sonidos y silencios. La armonía, la melodía y el ritmo, por citar tres elementos, son cuestiones que deben tenerse en cuenta a la hora de generar música.
Lo que hace un músico, ya sea profesional, aficionado o hasta improvisado, es tratar de generar alguna sensación en el oyente. La creación musical estimula la percepción del ser humano y puede desde entretener a la persona hasta aportarle algún tipo de información.
Ejemplos de oraciones que incluyen esta palabra: «La maestra de música me felicitó por mis avances con la guitarra», «Amo escuchar música: no puedo trabajar sin ella», «Gasto buena parte de mis ingresos en música, ya sea en entradas a conciertos o en discos».
Vibraciones y silencios
Cuando un cuerpo vibra, produce un movimiento que modifica la presión y se transmite en el aire, pudiendo ser captado por el oído. Eso es, ni más ni menos, que un sonido. Cuando no hay sonido, nos encontramos con el silencio (que, a diferencia de lo que uno podría pensar, nunca puede ser absoluto debido a la existencia de la atmósfera).
La música, en definitiva, consiste en combinar sonidos y silencios. Los sonidos, a su vez, pueden ser infinitos, ya que es posible trabajar con innumerables variaciones de duración, intensidad, altura o timbre.
Es interesante mencionar que la altura y la duración de los sonidos se conocen como notas. Estas notas se escriben en un pentagrama junto a otros signos, como las claves. En un pentagrama, de esta manera, puede consignarse la partitura que explica cómo se tiene que llevar a cabo la interpretación de una composición.
El origen y el sentido de la música
La música es un arte que acompaña la vida del ser humano desde los comienzos de la historia. Según explican ciertas teorías, su origen tuvo lugar a partir de intentar imitar los sonidos que existían en la naturaleza y sonidos provenientes de la parte interna del ser humano, como el latido del corazón. Los descubrimientos que se han hecho en torno a este arte demuestran que ya existían conceptos de armonía en la música de la prehistoria.
Con el paso del tiempo se desarrollaron cientos de teorías para explicar el sentido de la música, lo que nadie puede determinar con certeza es qué tienen los sonidos que pueden tocarnos el sistema nervioso y emocionarnos a puntos que ninguna otra cosa puede hacerlo. La música posee, por ende, mucho de misterio, de magia, y presenta para nosotros un mundo que no somos totalmente capaces de comprender pero al que llegamos una y otra vez de forma irremisible.
Mucho más que un arte
La música no sólo es un arte al que muchas personas recurren para llenar su vida de felicidad, también existen acciones terapéuticas que utilizan la música como elemento: la musicoterapia es una de ellas. Consiste en una aplicación científica del sonido, la música y el baile a través de un tratamiento que intenta integrar lo cognitivo, lo emocional y lo motriz, que libera los malos sentimientos y permite encontrarse con la energía propia de cada ser, ayudando a mejora la comunicación, la expresión individual y la integración social. La musicoterapia se utiliza en caso de enfermedad o disfuncionalidad física o social, para que un individuo se rehabilite y reeduque emocional, intelectual y motrizmente.
Puede decirse que la música cuenta con tres componentes que la vuelven única: el sonoro, el temporal y el intelectual. El sonoro se encuentra representado por los sonidos unidos de una forma específica, el temporal tiene que ver con el momento puntual en el que deben ser representados y ejecutados los sonidos y el intelectual se asocia a la influencia que puede causar un determinado movimiento sonoro en un individuo, influyendo en su estado de ánimo y modificando a través de él otros aspectos de su vida. Posiblemente en la comprensión de estos tres componentes a fondo esté la respuesta que buscamos, el por qué tenemos esa increíble necesidad de hacer o escuchar música.
Los géneros en la música
Los géneros en la música son categorías que permiten agrupar las obras a partir de ciertas características compartidas. El concepto suele usarse como equivalente a estilo, con los cuales ambas nociones aluden a lo mismo en el lenguaje coloquial.
El rock, el pop, el jazz, el blues, el reggae y el hip hop son algunos de los géneros o estilos más populares. También existen clasificaciones como la música clásica, la música electrónica, la música folk y la música country, entre muchas otras.
En ocasiones, se apela a cuestiones geográficas o idiomáticas para establecer la distinción. Así puede hablarse de música latina o música anglosajona, por mencionar algunas posibilidades.
Si tomamos el caso del rock, las composiciones suelen ser ejecutadas con guitarra, bajo eléctrico y batería. Una banda rockera, de todos modos, puede contar con un violinista y con alguien que toque la trompeta o el saxofón.
Considerando la música clásica, también llamada música académica o de concierto, se trata de aquella que suele desarrollar una orquesta sinfónica con contrabajos, violas, violonchelos, clarinetes, trombones, oboes, tubas y timbales, entre otros instrumentos. Un director se encarga de la coordinación de los músicos.
La ópera, en este marco, se considera parte de la música clásica. En este género teatral musical hay sopranos, tenores, barítonos y otros cantantes con distintos registros.