El concepto de nido proviene del latín nidus. El término hace referencia al refugio que construyen las aves con ramas, pajas y otros elementos.
Los animales desarrollan los nidos para poner y empollar los huevos. Una vez que las crías nacen, son alimentadas y protegidas en el interior de la estructura, que suele ubicarse en un árbol. De todos modos, hay nidos que se forman en agujeros, aberturas e incluso sobre la superficie.
Las características de los nidos dependen de la especie. Por lo general, se utilizan hasta que las crías comienzan a valerse por sí mismas. Llegado ese momento, los nidos son abandonados.
En el caso de las aves, los nidos pueden ser escarbados en el suelo, desarrollados a partir de un montículo, constituirse en una cavidad, tener forma de cuenco o resultar colgantes, por mencionar algunas posibilidades. Es habitual que los instalen en lugares de difícil acceso para que los depredadores no puedan llegar a ellos con facilidad.
Más allá de las aves, también fabrican nidos algunos reptiles, insectos, arácnidos y hasta mamíferos. Las ardillas, por ejemplo, crean nidos que pueden resultar similares a algunos nidos de aves. En este caso, por supuesto, no se ponen huevos en el nido, aunque el lugar sirve para el cuidado de los nuevos ejemplares.
Existe también el concepto conocido como caja nido o casa de pájaros, una cavidad creada por el ser humano para que la habiten ciertas aves o murciélagos. Dado que las actividades económicas de nuestra especie, como ser los cultivos y la tala, reducen constantemente el número árboles y también impiden que los que quedan alcancen la edad suficiente como para que los animales aprovechen sus cavidades para anidar, es necesario crear estas casas artificiales.
Esta medida de compensación por la destrucción que causa nuestra especie persigue el objetivo de mantener una fauna de aves y otras especies voladoras en regiones que ya no cuentan con sus características naturales. En otras palabras, se busca que en los bosques secundarios la vida continúe de manera similar a la de uno primario.
Se denomina bosque secundario a uno de escasa edad, cuyas plantas principales suelen tener la misma antigüedad. Otro nombre que recibe es renoval. Su origen suele deberse a una serie de alteraciones en el entorno, ya sea naturales (erosiones glaciares, deslizamientos, incendios) o antrópicos (incendios provocados, quemas, deforestación masiva y abandono de la zona).
En contraposición, un bosque primario (también conocido como virgen o primigenio) es un gran espacio de vegetación forestal que el ser humano no ha explotado, fragmentado ni afectado de ninguna manera. Su riqueza, por lo tanto, es invaluable.
Las cajas nido se fabrican con huecos de diferentes diámetros, dependiendo de la especie a la que estén destinadas, ya que si todos fueran del mismo tamaño las especies más pequeñas tendrían menos posibilidades de permanecer en los nidos porque las mayores las echarían.
Además, con un agujero del diámetro justo se reducen las probabilidades de ataques por parte de los depredadores. Otra medida que también pretende maximizar la seguridad es ubicar el hueco en la cara más alejada de la superficie sobre la que se fija la casa, para que las serpientes no puedan llegar a él con facilidad.
Las cajas nido de los murciélagos son diferentes a las de las aves en dos aspectos principales: no tienen un hueco circular en la cara frontal sino una abertura en la parte inferior; no se suelen instalar en los árboles sino en los muros de ciertos edificios.
Se llama nido, por otra parte, al sitio donde se originan determinadas cosas que no son materiales: “Este proyecto es un nido de conflictos”, “Nuestro club es un verdadero nido de campeones”, “El diario oficialista no es más que un nido de calumnias e injurias destinadas a los dirigentes opositores”.
