La Nochebuena es la noche que antecede al inicio de la Navidad. Por tratarse del nombre propio de una festividad, debe escribirse con mayúscula inicial.
El concepto se emplea para aludir a la noche del 24 de diciembre: se trata de la vigilia de la Navidad, que comienza a las 0 horas del día 25. Más allá de las diferencias culturales, es habitual que las familias se reúnan durante la Nochebuena y así recibir la Navidad en compañía de los seres queridos.
En muchos países, la cena de Nochebuena se organiza a modo de banquete, con recetas que son típicas de la época. Luego, a las doce de la noche (es decir, cuando empieza la Navidad), se realiza un brindis y se intercambian regalos. En algunas naciones, durante la Nochebuena y la Navidad también se celebra con pirotecnia y fuegos artificiales.
Es importante mencionar que, tanto en la Nochebuena como en la Navidad, se combinan elementos religiosos con costumbres paganas. La Navidad, de hecho, es uno de los eventos más importantes para el cristianismo ya que permite conmemorar el nacimiento de Jesús, que tuvo lugar en Belén.
Sin embargo, a la religión se le suman rituales y prácticas que no tienen que ver con la fe y que incluso están influenciados por el comercio. La representación de Santa Claus o Papá Noel como un anciano con barba que usa un traje de color rojo, viaja en un trineo volador impulsado por renos mágicos y lleva obsequios a los niños de todo el mundo es una muestra de esta particularidad, al igual que las coníferas decoradas con luces, guirnaldas y adornos.
Esta dualidad, por así llamarla, que presentan tanto la Nochebuena como la Navidad e incluso la Noche de Reyes es uno de los fenómenos más llamativos, ya que tiene lugar en muchas partes del mundo, donde las culturas son muy diferentes. En primer lugar, es importante señalar que no sólo las celebran personas no creyentes de países católicos, sino también de otros en los que el catolicismo ni siquiera es relevante.
Y esto acarrea una serie de diferencias en la celebración que pueden no ser muy evidentes para quienes no las hayan experimentado en carne propia. Por ejemplo, mientras que la Nochebuena para una persona no creyente puede festejarse de cualquier manera, sin límites más allá de sus intenciones y su creatividad para organizarla, los creyentes deben asistir a misa esa misma noche, y no se dejan distraer por las cuestiones comerciales, ya que para ellos el motivo de alegría es el nacimiento del niño Jesús.
La comida es uno de los puntos fundamentales de esta fiesta. Por lo general, la idea es reunirse con la familia para disfrutar de una serie de platos deliciosos que no suelan preparar con mucha frecuencia. Cada grupo lleva a la reunión aquello que mejor sepa cocinar, ya sea un entrante, un plato principal o un postre, y de este modo todos se benefician con los mejores sabores de cada casa. Si bien la tradición de los países occidentales incluye el consumo de productos animales, los veganos que deciden festejar la Nochebuena preparan sus banquetes sin huevo, leche ni carne.
No debemos olvidarnos de la música navideña, que mucha gente comienza a escuchar días, semanas e incluso antes de Navidad. En Nochebuena, durante la cena, es normal que los amantes de los cánticos tengan preparadas sus listas de reproducción con los éxitos de todos los tiempos interpretados por sus artistas favoritos. En resumen, se trata de una celebración que busca reunir a las personas con sus seres queridos para disfrutar de una cena fuera de lo común.
