La etimología de párpado nos lleva al latín vulgar palpĕtrum. Una palabra esta que, a su vez, deriva de «palpetra» y que se formó con el verbo «palpare», que puede traducirse como «palpar» o «palpitar», y el sufijo «-brum», que es sinónimo de «llevar».
El concepto alude al pliegue retráctil de piel que brinda protección al globo ocular.
Cada uno de los ojos se encuentra protegido por dos párpados: el párpado inferior y el párpado superior. Se trata de membranas que pueden realizar movimientos descendentes y ascendentes para impedir el ingreso de partículas, evitar el exceso de luz y distribuir las lágrimas, por ejemplo.
Los párpados se componen de diversas capas. A la capa mucosa le siguen la capa tarsal, la capa muscular y la capa cutánea sucesivamente, siendo la cutánea la más externa. En cuantos a los músculos, algunos se dedican a abrir los párpados (separarlos), mientras que otros los cierran (los juntan).
Existen diversos trastornos y enfermedades que pueden afectar al párpado. Una alergia o una infección, por mencionar dos posibilidades, puede causar el enrojecimiento y la inflamación (blefaritis) de los párpados. Una bacteria, en tanto, también puede infectar la glándula que se halla en el borde del párpado y generar un orzuelo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay otras enfermedades que también pueden afectar a los párpados en mayor o menor medida. Ejemplos de eso son las siguientes:
-Orzuelos, que es una inflamación o protuberancia pequeña que resulta ser muy dolorosa y que tiene apariencia de color rojo. Esos se producen, de forma habitual, por una infección de tipo bacteriana.
-Culebrillas, que es un sarpullido rojo y doloroso en el que aparecen ampollas que se pueden romper dándole forma a lo que son costras. Un virus del tipo herpes zóster es el que las provoca.
-Trachoma, que es un tipo de infección ocular que perjudica a ambos párpados y que puede generar en una ceguera infecciosa.
Se llama blefaroespasmo, por otro lado, a los movimientos repetitivos e incontrolables de los músculos del párpado. Estos espasmos pueden deberse al estrés, el cansancio o el consumo excesivo de alcohol o café.
Otro inconveniente que suele producirse es la caída del párpado. Esta situación generalmente se produce por la debilidad muscular o por un daño en los nervios que se encargan de controlar los músculos de la zona, cuestiones que a su vez pueden tener múltiples motivos (una lesión, un problema congénito, etc.). En algunos casos, la caída del párpado se revierte con una intervención quirúrgica.
No obstante, hay otras ocasiones en las que la caída de los párpados se puede producir también por diabetes, un accidente cerebrovascular, un tumor, el síndrome de Horner o la miastenia grave.
En ocasiones, simplemente el paso del tiempo, la edad, es la que puede llevar a una persona a tener párpados caídos. Sí, porque se produce por la simple flacidez de la piel. En ese caso, la misma puede optar por tomar determinadas medidas en contra de esa situación como serían el yoga facial, tratamientos cosméticos, cremas para engrosar la piel o incluso una operación.