Para poder entender mejor el significado del término pensamiento creativo que ahora vamos a analizar es importante que, en primer lugar, establezcamos su origen etimológico. En concreto las dos palabras que lo conforman emanan del latín. Así, pensamiento proviene del verbo latino pensare que es sinónimo de «pensar» o «reflexionar» mientras que creativo procede del verbo creare que puede traducirse como «engendrar».
La creatividad es la facultad de crear. Supone establecer o introducir por primera vez algo; hacerlo nacer o producir algo de la nada. El pensamiento, por su parte, es el producto de la actividad intelectual (aquello traído a la existencia a través de la mente).
Qué es el pensamiento creativo
El pensamiento creativo, por lo tanto, consiste en el desarrollo de nuevas ideas y conceptos. Se trata de la habilidad de formar nuevas combinaciones de ideas para llenar una necesidad. Por lo tanto, el resultado o producto del pensamiento creativo tiende a ser original.
Es importante destacar que el pensamiento creativo debe tener un resultado, ya sea a través de una acción interna (como llegar a una conclusión, formular una hipótesis o tomar una cierta decisión) o de una acción externa (como escribir un libro, pintar un cuadro o componer una canción).
El concepto bajo la mirada de distintos autores
Muchos son los autores que a lo largo del tiempo han hablado acerca del pensamiento creativo, han contribuido al desarrollo del mismo o han participado en su consolidación. Este sería el caso, por ejemplo, de Halpern. En su caso podemos decir que incluso existe un test, que lleva su nombre, con el que se puede evaluar el pensamiento crítico de una persona en cuestión a partir de lo que son situaciones completamente cotidianas.
No obstante, junto a aquel personaje relevante dentro de este tipo de disciplina que estamos analizando se encuentran también el profesor Frank Barron o Perkins.
Pensamiento creativo y esfuerzo
Es falsa la creencia respecto a que la creatividad no implica trabajo. Por el contrario, está asociada tanto al deseo como a la preparación. Es decir, existe una firme resolución y determinación para alcanzar un cierto deseo.
Un sujeto creativo rechaza las alternativas obvias y corre riesgos al bucear en su propio conocimiento y habilidades, hasta encontrar algo que funcione mejor o sea más eficaz, por ejemplo.
Por eso, la persona que desarrolla su pensamiento creativo tiene una gran confianza en su capacidad de evaluación, ya que valida por sí misma su trabajo y no requiere la aprobación de los demás.
Claves del desarrollo de la creatividad
Puede decirse que las características esenciales del pensamiento creativo son su originalidad (para visualizar los problemas de manera diferente), su flexibilidad (las alternativas son consideradas en diferentes campos de respuesta) y su elaboración particular (se añaden elementos o detalles a ideas que ya existen, modificando alguno de sus atributos).
Además de todo lo expuesto tenemos que subrayar el hecho de que existen una serie de máximas que son fundamentales para entender el pensamiento creativo. Así, se establece, por ejemplo, que este es fruto de la preparación y del deseo pero también se caracteriza por ser una reformulación de ideas.
Finalmente tenemos que subrayar que este tipo de pensamiento se puede incentivar y desarrollar llevando a cabo la utilización de una serie de herramientas como pueden ser diversas técnicas de tipo creativo y los estímulos necesarios.