El peronismo es la doctrina y el movimiento desarrollado a partir de Juan Domingo Perón, un político y militar que fue elegido en tres oportunidades por el pueblo argentino como presidente (en 1946, 1952 y 1973). Dos de esos periodos, sin embargo, no pudo completarlos en la presidencia, ya que en 1955 fue derrocado y en 1973 falleció mientras ejercía como máximo mandatario de Argentina.
El desarrollo del peronismo comenzó en la década de 1940, cuando Perón era coronel y empezaba a tener una influencia cada vez mayor a nivel político. Perón supo identificar e integrar a los millones de trabajadores rurales que, a medida que Argentina se alejaba del modelo agroexportador a causa del nuevo panorama económico mundial, llegaban hasta las principales ciudades para trabajar en la incipiente industria.
Nacimiento del peronismo
La fecha 17 de octubre de 1945 suele señalarse como nacimiento del peronismo. Ese día, una inmensa cantidad de gente se reunió en la Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires para exigir la liberación de Perón, que había sido forzado a renunciar a los cargos que ocupaba durante el gobierno de facto de Edelmiro Farrell y luego arrestado por militares que se oponían a sus políticas. A partir de entonces, Perón se convirtió en un actor clave de la política argentina, cuya influencia aún es determinante en el siglo XXI.
Con el tiempo, el movimiento peronista se dividió en diversos partidos políticos, siendo el Partido Justicialista el más representativo y de mayor tradición. Resulta muy difícil definir la ideología y las políticas básicas del peronismo, ya que bajo su nombre se han presentado propuestas de izquierda (vinculadas a la redistribución del ingreso a favor de las clases más postergadas, por ejemplo) y de derecha (el achicamiento del Estado propuesto por el neoliberalismo, entre otras) que resultan contradictorias.
El neoperonismo
Se conoce como peronismo sin Perón o neoperonismo a una corriente política que impulsaron ciertos peronistas desde 1955. Surgió a partir de la formación del partido Unión Popular, el cual fue fundado por Juan Atilio Bramuglia, quien había ocupado diversos cargos durante el primer mandato de Perón hasta 1949.
Rodolfo Tecera del Franco, Raúl Matera y Augusto Vandor son otros de los dirigentes vinculados al neoperonismo. Por otro lado, cabe señalar el Movimiento Popular Neuquino, un caso de neoperonismo algo particular, ya que fue apoyado en cierto grado por el propio Perón.
Admiradores y detractores del peronismo
El peronismo es uno de esos temas delicados dentro de otro que de por sí muchos evitan en las conversaciones casuales, la política, ya que en Argentina existen personas que muestran un marcado rechazo a todo lo relacionado con Perón, opuestas a otras que lo admiran y recitan sus logros con orgullo, como si se tratara de su estrella de música favorita.
Sus detractores encuentran en su mandato una peligrosa similitud con el fascismo y señalan que el propio Perón se declaraba admirador de Benito Mussolini y que era amigo del dictador español Francisco Franco. Entre los rasgos más negativos del peronismo encuentran los siguientes:
- Demagogia y retórica histriónica: los discursos dirigidos al pueblo se basaban en aquellas cosas que éste quisiera oír. Además, el factor emocional ocupaba un sitio importante en su comunicación, para llegar a la gente a través de su sensibilidad.
- Negación de la lucha de clases y corporativismo: el peronismo no se muestra como un movimiento proletario, sino popular y nacional. De este modo, promociona el sindicalismo vertical.
- Poca definición de su ideología: como se menciona anteriormente, el peronismo ha sido representado por dirigentes de derecha y de izquierda. Según las circunstancias externas y el liderazgo, se adapta y muta con facilidad.