La petrografía es la especialidad de la geología que está dedicada a la descripción y al análisis de las rocas. Se trata de un área del conocimiento que resulta complementaria a la petrología, cuyo objeto de estudio es algo diferente.
La petrografía se especializa en analizar la composición de minerales, la estructura y el apartado descriptivo de las rocas. La petrología, en cambio, está centrada en el origen de las rocas y en las relaciones que éstas desarrollan entre sí.
Puede decirse, por lo tanto, que la petrografía y la petrología se complementan para el desarrollo de la geología, que es la ciencia que se dedica a estudiar las materias que componen el globo terrestre y a analizar la forma de éste.
Objeto de estudio de la petrografía
La petrografía, en definitiva, trabaja con los distintos minerales que forman las rocas. De acuerdo a las condiciones y al estado de los minerales que contienen, las rocas pueden clasificarse como metamórficas (se originan en el interior del planeta, siendo modificadas por la temperatura y la presión), sedimentarias (se crean a partir del acopio de diferentes minerales) o ígneas (creadas a partir de erupciones y de procesos vinculados al magma).
Cabe destacar que el concepto de petrografía está formado por dos términos griegos: petra (que puede traducirse como piedra o roca) y graphos (referente a la descripción). Ya desde la denominación de esta especialidad, queda claro que la finalidad de la petrografía es estudiar a las rocas para poder desarrollar una descripción exhaustiva en base a criterios científicos.
Su importancia en la industria de la construcción
Uno de los sectores de mayor importancia en la economía de muchos países es la industria de la construcción, ya que promueve el desarrollo de otras y requiere del trabajo de un gran número de personas con diversos grados de especialización e incluso, en el caso de las tareas básicas, sin ningún tipo de preparación.
Para garantizar el crecimiento de esta industria y el mencionado impulso que genera a su alrededor, es necesaria una infraestructura tecnológica que permita controlar la calidad del trabajo y de los materiales usados (tales como la piedra, el ladrillo, el cemento, el concreto y los agregados), pero también para llevar a cabo el diagnóstico de las potenciales averías que puedan producirse en las instalaciones. Y es allí donde entra en juego la petrografía, entre otras ciencias.
En el ámbito de la construcción se produce una conjunción de varias disciplinas para aprovechar los conocimientos que el ser humano ha recogido en campos que pueden beneficiar el crecimiento de esta industria. Por un lado se encuentra la petrografía, una rama de la geología que se dedica a describir las rocas desde un punto de vista científico y a clasificarlas de forma sistemática valiéndose de un microscopio; en este punto también se involucra la mineralogía óptica, la física de la luz aplicada a estudiar los minerales.
Uso del miscroscopio en la petrografía
Es importante destacar que la petrografía se basa en el estudio microscópico de las superficies pulidas de piedras y materiales sumergidos en resinas que posean índices de refracción conocidos que, al ser expuestos a la luz, pueden ser analizados por delgadas secciones.
Para llevar a cabo dicha tarea se utiliza el microscopio petrográfico, un instrumento que ha sido usado desde la segunda mitad del siglo XIX en el campo de la geología para comprender y analizar la mineralogía y el génesis de las rocas. La microscopía del concreto tuvo su origen a principios del siglo XX, de mano de Isaac Johnson, y más tarde la practicaron otros investigadores, entre los cuales se encuentran R. C. Mielenz, B. Mather y L. S. Brown.