Pezuña es el nombre que recibe la agrupación de los pesuños que forman parte de la misma pata de un animal ungulado. Antes de avanzar con la definición, es importante aclarar a qué aluden las nociones de ungulado y pesuño.
Un animal mamífero es calificado como ungulado cuando sus extremidades finalizan en pezuña o casco. A los dedos de estas especies, con sus uñas correspondientes, se los denomina pesuños.
La pezuña, en definitiva, es el conjunto de los pesuños de una pata. Los caballos, las vacas, las ovejas y los camellos, por ejemplo, tienen pezuñas.
Una de las características distintivas de la pezuña es que las uñas, formadas por queratina, alcanzan un desarrollo amplio y llegan a cubrir los dedos del animal. Al caminar, el ejemplar apoya su peso en las pezuñas.
A los mamíferos ungulados cuyas pezuñas están formadas por un número par de dedos se los denomina artiodáctilos. En este caso, la pezuña se destaca por contar con dos dedos más desarrollados que el resto, generando lo que se conoce como pezuña partida o pezuña hundida. Las vacas, los cerdos, las cabras y las ovejas tienen esta clase de pezuña.
Los perisodáctilos, en cambio, presentan una cantidad impar de dedos en sus pezuñas. En este conjunto aparecen los rinocerontes, los burros y los caballos, entre otros.
Se conoce como pezuña de vaca, pata de vaca, casco de vaca o pezuña de buey, por otra parte, a una planta que pertenece al conjunto de las fabáceas. De nombre científico Bauhinia forficata, se trata de un árbol que puede superar los siete metros de altura.
La Bauhinia pertenece a la familia de las fabáceas. Sus flores, de color blanco, son muy similares a las orquídeas, tanto que a veces se las confunde. Su reproducción tiene lugar por medio de sus semillas. Algunos de los nombres comunes que recibe este árbol se deben a la forma lobulada de sus hojas, que recuerdan la huella de una pezuña.
Si bien se trata de una planta tropical, también se puede cultivar en regiones frías, aunque en este caso debe hacerse en suelos protegidos de las inclemencias del tiempo hasta que lleguen las épocas de calor. Dado que la pezuña de vaca requiere la exposición al sol y el aire fresco, si se cultiva en interior se recomienda sacarla durante la primavera y el verano.
La pezuña de vaca es nativa del continente asiático aunque en la actualidad la podemos encontrar en varias regiones de América del Sur. Su madera es una de las razones por las que esta planta se aprecia tanto, pero sus propiedades medicinales no se quedan atrás.
Veamos a continuación algunos de los beneficios de la pezuña de vaca para nuestra salud:
* combate la disentería: esta enfermedad infecciosa provoca úlceras e inflamación en el intestino grueso, además de dolores en el abdomen, diarrea con sangre y fiebre. Se recomienda un tratamiento con una infusión de pezuña de vaca que podemos preparar cociendo 5 gramos de hoja fresca en 200 mililitros de agua;
* acción purgante: para limpiar el organismo, podemos echar 10 gramos de raíz en 500 mililitros de agua y cocer todo hasta el hervor;
* antiséptico y cicatrizante: este es uno de sus mayores beneficios. Para aprovecharlos, debemos crear un ungüento echando un puñado de flores secas y trituradas en media taza de vaselina previamente calentada a baño maría y dejar a fuego lento durante una hora. Finalmente, se debe filtrar la mezcla y dejarla enfriar para luego aplicarla directamente sobre la zona afectada;
* otros efectos: el poder medicinal de la pezuña de vaca también alcanza la disminución de la Glicemia en casos de diabetes tipo II. Además, ayuda a reducir el nivel de colesterol, actúa como diurético y puede tratar efectivamente la hipertensión.