La piscicultura es el conjunto de las técnicas y procedimientos que permiten impulsar y controlar la reproducción de peces y de otros animales acuáticos (como los mariscos). Puede aplicarse en peceras, estanques, ríos u otros espacios que tengan al agua como medio principal.
El significado literal del término alude al «cultivo de peces», si tenemos en cuenta los tres componentes latinos que son los que le dan forma: el sustantivo piscis, que significa «pez»; el adjetivo cultus, que puede traducirse como «cultivado»; y el sufijo –ura, que se emplea para indicar lo que es el «resultado de una actividad».
De la piscicultura a la acuicultura
Existe un concepto más amplio que engloba a la piscicultura y a otras técnicas: la acuicultura. En este caso, la palabra refiere también a la reproducción de plantas acuáticas, algas y otros organismos. La piscicultura, en cambio, se centra en los peces y en los mariscos.
Si esta actividad ha experimentado en los últimos años un gran crecimiento es debido a que trae consigo un importante número de ventajas, entre las que destacaríamos las siguientes:
- Los estanques donde se crían los peces se pueden crear en espacios que no tienen ningún tipo de aprovechamiento a nivel agrícola o ganadero, por lo que se consigue aprovechar zonas «inservibles».
- No menos importante es que supone menor coste para el productor que si tuviera que comprar materiales de pesca, pescarlos y luego ponerlos a la venta.
- Otro de los beneficios importantes de la actividad es que el piscicultor puede controlar al máximo lo que es su producción según sus necesidades y también las del mercado. Y esto es algo que no podría hacer si se dedicara a pescar.
- Tampoco hay que olvidarse que también se puede tener bajo control y seguimiento tanto lo que es alimentación de los peces como su propio engorde.
- De la misma forma, también es un auténtica ventaja que en los estanques no existen especies depredadoras. Eso supone que no haya que temer la pérdida o muerte de los peces que se «cultivan».
Sus orígenes
Sus orígenes se remontan miles de años atrás: los pueblos antiguos de Roma, Egipto, Grecia y China, entre otros, ya desarrollaban estas prácticas. Los historiadores creen que la carpa fue el primer pez que se cultivó a partir de la piscicultura.
Hoy es posible mencionar diferentes tipos de piscicultura de acuerdo a la especie de pez a la que se orienta. La mencionada carpa, por ejemplo, es la protagonista de la carpicultura. Cuando la piscicultura está dirigida a especies de agua salada, se habla de piscicultura marina, mientras que si se orienta los peces que habitan cerca de los trópicos, se denomina piscicultura tropical.
Cabe destacar que, en algunos casos, la piscicultura prácticamente ha reemplazado a la pesca en el entorno natural. Eso ocurre con el bacalao y con otras especies.