PNL es una sigla con varios usos. Uno de los más frecuentes se vincula a la programación neurolingüística, un modelo o enfoque comunicativo que se basa en la postulación de una conexión entre los patrones de comportamiento derivados de la experiencia, el lenguaje y los procesos neurológicos.
La PNL fue ideada por el lingüista John Grinder y el filósofo, matemático y artista Richard Bandler en la década de 1970. De acuerdo a estos dos estadounidenses, la PNL es una metodología que puede resultar útil para el tratamiento de la depresión, los trastornos del aprendizaje y las fobias, entre otros problemas.
Según la PNL, el ser humano actúa adoptando y ejecutando programas. El cerebro funciona como una computadora con información que se va acumulando mediante las experiencias vividas, las cuales se registran a través de los sentidos. Esas experiencias posibilitan la incorporación de los programas.
En este marco, la PNL permite que cada individuo aprenda a seleccionar el programa apropiado para cada ocasión. De lo contrario, se tiende a recurrir al programa más habitual o accesible.
Dado que la conducta se desarrolla a partir de una estructura aprendida, afirma la PNL, cuando esa estructura es descubierta puede ser modelada. Por eso las prácticas de la PNL se orientan a la organización de los recursos para alcanzar los objetivos personales.
Es importante tener en cuenta que la PNL suele ser considerada como una pseudociencia. Para sus detractores, no existen las evidencias científicas que demuestren la validez de sus premisas.
En el año 1975, Bandler y Grinder publicaron el primer libro dedicado a la programación neurolingüística, titulado La estructura de la Magia, en el cual expusieron a fondo su teoría del Metamodelo del Lenguaje, el cual consiste en diversos patrones sintácticos fundamentales que permiten la identificación de expresiones propias de la comunicación verbal y que tienen el potencial de limitar la percepción de la realidad.
Este concepto también se conoce como metamodelo lingüístico de la PNL o modelo de precisión, y nos permite ahondar en el conocimiento de una persona y el mapa de su mente por medio del lenguaje. Los patrones sintácticos antes mencionados se agrupan en las siguientes tres categorías:
* omisiones: cuando entra en juego la selectividad y, por lo tanto, la atención se dirige a una parte específica de la información;
* distorsiones: el entendimiento depende del propio mapa mental y por eso puede darse de forma diferente en cada sujeto;
* generalizaciones: las experiencias previas dictan las conclusiones, y de este modo entendemos la realidad.
PNL, por otra parte, también puede referirse al Partido Nacional Liberal (existente en varios países), al Partido Nacionalista de Lanzarote o a la programación no lineal, por ejemplo.
La programación no lineal surgió en el ámbito de las matemáticas como respuesta a la lineal, para superar algunas de sus limitaciones, como ser lo difícil que resulta la definición de una sola función objetivo y lo restrictivo de la hipótesis de linealidad. Precisamente, la programación lineal se enfoca en la optimización de las funciones lineales (llamadas funciones objetivo), ya sea maximizándolas o minimizándolas, de manera tal que sus variables queden sujetas a ciertas restricciones presentes en un sistema de ecuaciones o inecuaciones que también deben ser lineales.
La programación no lineal se vuelve necesaria para abordar aquellos problemas en los cuales no todas las funciones son lineales. A lo largo de la historia, se han combinado los trabajos de investigación de diversas personas a este tipo de desafíos matemáticos, y entre ellos destacan el algoritmo de Margeruite Frank y Philip Wolfe (conocido también como el método de Frank Wolfe y propuesto en el año 1956), el método de multiplicadores de Lagrange y el teorema de Karush Kuhn Tucker.