El término polis proviene del griego y se refiere a los Estados de la antigüedad que, organizados como una ciudad, disponían de un territorio reducido y eran gobernados con autonomía respecto a otras entidades.
Las polis, por lo tanto, son ciudades estado que existieron en la Antigua Grecia, antes del avance del Imperio Romano. Se caracterizaron por vincular el entorno rural con las urbanizaciones, una situación que se afianzó a mediados del siglo VII antes de Cristo.
Estamentos de las polis
La sociedad de las polis solía dividirse en tres estamentos. Por un lado, existían ciudadanos libres que gozaban de la plenitud de los derechos civiles. Los extranjeros, en cambio, vivían en libertad pero no contaban con ciertos derechos. Por último, los esclavos no gozaban de derechos ni tampoco podían vivir en libertad.
Además de todo lo expuesto, es importante conocer otros aspectos de las polis, para poder entender qué significaron, cómo funcionaban o incluso que legaron a los siglos posteriores:
-Cada polis gozaba de una clara independencia económica. ¿Eso qué suponía? Que producía la cantidad suficiente recursos para poder llevar a cabo la alimentación de toda su población.
-De la misma manera, cada una de ellas también disponía de independencia política.
-De las polis griegas siempre se ha resaltado de modo especial que no sólo sus habitantes contaban con un importante espíritu cívico sino que además fomentaban la participación ciudadana.
-Disponían de un culto religioso y abogaban por el mantenimiento de tradiciones y costumbres.
Seguridad y urbanismo
A nivel territorial, la polis contaba con un centro protegido por murallas, rodeado por las zonas rurales en las que se desarrollaban la agricultura y la ganadería. En las polis más grandes vivían unos diez mil habitantes, distribuidos en territorios de no más de tres mil kilómetros cuadrados.
En concreto, a nivel urbanístico, todas y cada una de las polis griegas contaban con tres elementos fundamentales como son los siguientes:
-La citada muralla, que tenía un marcado objetivo defensivo.
-La acrópolis, que venía a ser la ciudad alta que se construía en una parte elevada del territorio. Su objetivo era que, en caso de ataque, en la misma pudieran refugiarse y protegerse todos los miembros de la polis. Asimismo no hay que pasar por alto que en ese lugar también se procedía a construir importantes edificios para la comunidad, tanto de tipo religioso como político o económico.
-El ágora. Este ejercía la labor de plaza pública y venía a ser el centro de la vida de la ciudad, ya que allí se desarrollaba, por ejemplo, la actividad comercial mediante el desarrollo del mercado. Todo eso sin pasar por alto que también era escenario de eventos culturales y religiosos de diversa índole.
Las polis y su organización política
La organización política de las polis, por su parte, mutó con los años de una especie de monarquía a un sistema regido por asambleas, en el que las decisiones políticas eran tomadas por los representantes de las familias más poderosas.
Las exigencias de los ciudadanos de otras clases para mejorar su situación provocaron revueltas que menoscabaron el poder de la oligarquía. En dicho contexto, las polis fueron testigo del surgimiento de tiranos que, para acabar con estas oligarquías, tomaron el poder y ejercieron gobiernos populistas y, a la vez, absolutistas.