El término que nos ocupa es interesante que conozcamos que tiene su origen etimológico en el latín. Y es que de ese derivan las dos principales palabras que le dan forma:
– Potencial, en primer lugar, es el resultado de la unión del sustantivo posse, potis, que significa “poder”; la partícula -nt-, que se usa para indicar “agente”, y el sufijo -al, que es equivalente a “relativo a”. De ahí que potencial sea sinónimo de “relativo al que tiene el poder de acometer una acción”.
– Acción, en segundo lugar, procede de la palabra actio, que se formó uniendo estos dos elementos latinos: la palabra actus, que puede traducirse como “llevado a cabo”, y el sufijo -cion, que significa “acción y efecto”.
Qué es el potencial de acción
El concepto de potencial de acción refiere al impulso nervioso que atraviesa la membrana celular y modifica la distribución de la carga eléctrica. Así se transmite información entre los tejidos del organismo.
Antes de continuar con la definición, es importante recordar que el sistema nervioso está formado por células que se especializan en el transporte de señales eléctricas. En el caso del sistema nervioso central, esta red se dedica a la percepción de los estímulos externos, el procesamiento de esos datos y la transmisión de impulsos a los músculos y los nervios.
Las neuronas son las células nerviosas, conectadas entre sí a través de un proceso conocido como sinapsis. En reposo, las neuronas presentan una carga eléctrica interna que difiere de la carga eléctrica extracelular, denominada potencial de reposo.
Cómo se produce
Cuando la neurona es estimulada y se supera un cierto umbral, se produce el potencial de acción: el impulso nervioso que recorre el axón y posibilita la liberación de neurotransmisores. El potencial de acción hace que la carga eléctrica de la célula se incremente, generando la despolarización.
Puede decirse, en definitiva, que el potencial de acción permite que las células nerviosas intercambien mensajes entre sí o envíen mensajes a las glándulas, los músculos, etc. Hay que tener en cuenta que la duración del potencial de acción es fija: a su término, la célula ingresa en un periodo refractario en el cual no puede producir un nuevo potencial del mismo tipo.
Otra cuestión a considerar es que el potencial de acción no se desarrolla a medias: o se concreta o no se concreta. La aparición del potencial de acción, de todos modos, puede verse influenciada por la presencia de potenciales inhibitorios o excitatorios.
Fases del potencial de acción
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto que el potencial de acción se compone de varias fases, como son las siguientes:
– Fase de potencial de reposo, en la que aún no se producen alteraciones y en la que la membrana de la neurona en cuestión se encuentra en su carga eléctrica de base.
– Fase de despolarización. En ella la citada membrana sufre ya un cambio eléctrico y comienza la apertura de los canales de potasio.
– Fase de repolarización, cuando la membrana y el potencial se van volviendo negativos.
– Fase de hiperpolarización, cuando la membrana de la célula se hiperpolariza.
– Fase de potencial de reposo, que tiene lugar en el momento que va entrando carga positiva en la célula.
– Fase de potencial de acción y liberación de neurotransmisores.