La etimología de propiciar nos remite a la lengua latina, más precisamente al vocablo propitiare. Se trata de un verbo que refiere a facilitar una acción o un suceso, logrando que algo resulte propicio (es decir, ventajoso o favorable).
El momento propicio para realizar una determinada acción o para que tenga lugar un suceso en particular, es el más adecuado, el más oportuno, aquél que reúne las condiciones ideales para la consecución de dichos objetivos. Éste puede buscarse activamente o bien tener lugar de manera espontánea.
Por ejemplo: “Los gobernantes tienen la obligación de propiciar un clima favorable para los negocios y las inversiones”, “No te preocupes: voy a propiciar los recursos necesarios para que se realice el traslado”, “El sospechoso se negó a propiciar información a los investigadores”.
Propiciar como crear un contexto favorable
Quien propicia, en definitiva, puede realizar diferentes acciones. La noción de propiciar puede vincularse al intento de crear un contexto, un entorno o una condición positiva para el desarrollo de algo. Si retomamos el primer ejemplo entre los mencionados anteriormente, el gobierno que tiene que “propiciar los negocios y las inversiones” debe instaurar políticas que fomenten la actividad económica, actuando sobre los impuestos, las leyes, etc.
Cuando el gobierno no propicia dicho clima favorable para el crecimiento de su pueblo, comienza una crisis que deriva en una larga lista de sucesos negativos para el país. Una de las decisiones más comunes en estos casos consiste en viajar al extranjero en busca de nuevas oportunidades, a una tierra en la cual el gobierno sí valore el trabajo de los ciudadanos y abra las puertas al progreso y el desarrollo a nivel personal y profesional.
Sólo se puede garantizar el crecimiento de una sociedad cuando el gobierno asume la responsabilidad de propiciar a su gente todas las herramientas necesarias para que estudie, cuide su salud y se forme a nivel profesional, para que descubra sus capacidades y diseñe su propio futuro, basado en un equilibrio entre esfuerzo y recompensas. Lamentablemente, la realidad suele ser muy diferente, especialmente en los países del tercer mundo.
Dar algo
Propiciar también es entregar o dar algo, ya sea simbólico o físico. Si un boxeador comenta “Voy a propiciar la derrota de cualquier oponente”, estará afirmando que derrotará a sus rivales. “Propiciar”, en este caso específico, resulta equivalente a “vencer” o “ganar”.
Continuando con el ejemplo del boxeador, cabe mencionar que el verbo propiciar también puede ser utilizado como sinónimo de «asestar», el cual se define como descargar un golpe de un objeto tal como un arma o un proyectil contra una cosa o ser vivo. Por lo tanto, es posible decir que «el boxeador propició un puñetazo a su contrincante con una precisión y una potencia tales que lo llevó a desplomarse inevitablemente ante el asombro del agitado público».
Propiciar como fomentar o favorecer
Otro uso del verbo está vinculado a fomentar. Un médico propone: “Debemos propiciar la actividad física de nuestros hijos para combatir la obesidad infantil”. Lo que hace este profesional de la salud es sugerir que los padres incentiven a sus hijos a desarrollar deportes para evitar el sobrepeso.
Cabe destacar que aquello que es propiciatorio puede serlo sin intención específica ni voluntad. La lluvia, en este sentido, puede propiciar el crecimiento de los cultivos. En este caso, el término comparte matices en su significado con el de «desencadenar», dado que habla de uno o más sucesos que tienen lugar como resultado de otro. Cuando un hecho imprevisible y que no es causado por el ser humano propicia una serie de cambios en su entorno, los resultados suelen ser de carácter beneficioso, aunque también es posible usar el verbo con una connotación negativa.