
El propósito de vida le imprime a la existencia humana plenitud, autenticidad y un significado poderoso.
Propósito de vida es una expresión útil para describir la razón, el objetivo o el sentido que le da motivación, incentivo y rumbo a cada individuo. Se puede entender como una fuerza interna, una energía inspiradora que va más allá de tener metas y guía u orienta la existencia de toda persona.
Analizado en profundidad, este concepto apunta a intentar explicar o dar respuesta a interrogantes existenciales esenciales. Al definir un propósito de vida y actuar en base a él, los hombres y las mujeres consiguen claridad para tomar decisiones y definir acciones alineadas a dicho propósito.
Cuál es el sentido del paso de uno mismo por este plano así como qué pasiones y valores encauzan las vivencias son dudas que, al contestarlas, facilitan el proceso de forjar, fundamentar y comprender un propósito de vida.


Qué diferencia al propósito de vida de los sueños y las metas
A lo largo de su existencia, cada ser humano debe alimentarse simbólicamente con metas, sueños y un propósito de vida. Estas tres nociones se conectan entre sí pero presentan funciones y enfoques diferentes.
El propósito de vida, en concreto, funciona como una brújula de raíz filosófica para encauzar la existencia. Suele fijarse a largo plazo y gozar de estabilidad, generándole un sentido al paso individual por la Tierra.
Cada meta, en tanto, se orienta a alcanzar un resultado a un corto o mediano plazo, siendo entonces específica y bien delimitada. Busca un logro puntual, como puede ocurrir si alguien se esfuerza académicamente para experimentar la satisfacción y el orgullo del objetivo cumplido al conquistar su ansiado título profesional.
Hay, en cambio, una naturaleza más inspiradora y utópica en los sueños. Aquello que uno anhela y desea nutriendo sus ilusiones puede ir variando con el transcurso de los años y no siempre se consigue ni se materializa.
Partiendo de un propósito de vida es posible que broten metas y sueños que fijen una línea de conducta y un accionar dirigido al cumplimiento de determinadas aspiraciones. Los objetivos que van cumpliéndose hacen que cada vez esté más consolidado el propósito de vida.
Estos tres elementos unidos y retroalimentándose constituyen un combo motivador y orientador para cada etapa del desarrollo humano.

El camino de vida resulta condicionado, iluminado y orientado por el propósito de vida, pero ambos se integran y complementan en pos de una vida plena.
Características
Un propósito de vida es un fundamento para cada existencia humana. Expresado en otros términos, es la esencia de cada persona convertida en acción. Se caracteriza por ser sumamente personal, individual, único…
Esta exclusividad produce que existan tantos propósitos de vida como seres humanos. Cada sujeto encuentra en él su propio sentido existencial para transitar por este mundo siguiendo un norte, una dirección concreta que marque cómo y de qué modo avanzar manteniendo una coherencia entre pensamientos, necesidades, conductas, valores, aspiraciones, posibilidades y actos.
Determinar y descubrir el propósito de vida, así como identificar qué misión personal se tiene, es un proceso que exige autoconocimiento, claridad emocional e introspección.
Importancia del propósito de vida
Cada propósito de vida es valioso e importante porque guía y, al servir como un faro, proporciona seguridad y bienestar.
Deja al descubierto qué motivos y razones cimientan la propia existencia; facilita las elecciones o decisiones tanto a nivel personal, social y profesional manteniendo un equilibrio entre prioridades, necesidades y valores; constituye una fuente de inspiración y motivación constante; es aliado de la estabilidad mental y torna al día a día en una experiencia estimulante para aprovechar y disfrutar segundo a segundo construyendo a diario una vida significativa.
Es fundamental tener un propósito de vida a fin de vivir con el mayor bienestar posible y modelar una actitud optimista y desbordante de esperanza aún frente a las dificultades. Un propósito de vida brinda una placentera sensación de trascendencia y sirve como motor de crecimiento interior, desarrollo personal y felicidad.

El propósito de vida impulsa y promueve la evolución personal, sosteniendo la motivación y estimulando el poder de resiliencia.
Herramientas clave
Para ayudar a que cada uno pueda descubrir su propósito de vida, los expertos en el tema aconsejan sacarle provecho a diversas herramientas clave.
Uno de los recursos más beneficiosos son los ejercicios de introspección. Mediante ellos se logra averiguar qué prioridades, ambiciones y valores se poseen. Conocerse internamente sirve, incluso, para entender qué factores y cuestiones resultan motivadores y cuál es el legado o la huella que se desea dejar.
Salir de la zona de confort es otra alternativa para explorar múltiples actividades y formar así las preferencias personales. Conviene tener claro, asimismo, que a prueba y error se robustece la identidad sabiendo qué funciona como musa o energía para uno mismo y cuál es el rumbo a través del cual no se desea avanzar.
Investigar la historia de alguien admirado para tomar sus pasos como inspiración o modelo; analizar con atención realidades con la idea de distinguir qué ejemplos seguir y cuáles descartar; y conectarse con las emociones propias son otras propuestas de inmensa utilidad.
El proceso de visualización de aquello que se desea concretar, rodearse de gente motivadora, plasmar sensaciones y vivencias en un diario personal y practicar mindfulness también contribuyen a conectarse con un propósito de vida.