En la arqueología, la prospección consiste en analizar un terreno en búsqueda de yacimientos u objetos de interés.
Prospección es una noción que tiene su raíz etimológica en prospectio, un vocablo latino. El término se emplea para nombrar al estudio de un terreno para conocer sus características y analizar la posible presencia de recursos subterráneos, como petróleo, minerales u otros.
Se conoce como prospección arqueológica a las actividades que se llevan a cabo con la intención de hallar yacimientos o conocer ciertos datos sobre el pasado. Esta prospección se realiza siguiendo una determinada metodología y planificación para que las posibilidades de encontrar aquello que se busca sean más amplias.
TemasCaracterísticas de la prospección arqueológica
La prospección arqueológica se desarrolla en diferentes etapas. La prospección de superficie consiste en estudiar aquello que está a la vista, mientras que la prospección del subsuelo implica realizar trabajos para acceder a lo que se encuentra debajo del suelo.
Estas prospecciones, en definitiva, suponen un registro del terreno. De acuerdo a los resultados que arroja la investigación, se decide si vale la pena realizar una excavación. En ocasiones, la prospección arqueológica permite anticipar que no hay cosas de valor en las tierras en cuestión y que, por lo tanto, desarrollar una excavación (con los costos que eso implica) no tiene justificación.
Las fotografías aéreas, el uso de detectores de metales, el estudio de los campos magnéticos y el análisis de ondas son algunas de las herramientas contempladas por la prospección arqueológica.
Cabe destacar que la idea de prospección también se utiliza para nombrar al estudio de ciertos indicios para anticipar posibles escenarios futuros. Por ejemplo: “El jefe me pidió que actualice la prospección de ventas”.
La prospección comercial se lleva a cabo para hallar nuevos clientes.
El término en el comercio
La búsqueda organizada que se basa en el uso de técnicas diseñadas especialmente para hallar potenciales clientes para un negocio determinado se conoce con el nombre de prospección comercial. Se trata de un punto fundamental para maximizar el éxito de una empresa y atraer a nuevos inversores.
A pesar de que la prospección comercial puede aumentar considerablemente el rendimiento de una compañía y hacerla pasar de una actividad aceptable a ocupar un puesto importante en el mercado, muchos empresarios ignoran este paso o bien lo simplifican, perdiendo así un sinfín de oportunidades de oro de hacer de sus productos y servicios los más buscados.
Dicho esto, aquellas empresas que sí dedican gran parte de sus energías a la búsqueda de potenciales clientes se destacan notablemente frente a los demás, ya que su éxito se multiplica ante la negación de los otros a aprovechar este recurso invaluable.
Técnicas de la prospección comercial
En la actualidad existen diversos medios por los cuales es posible buscar e identificar potenciales clientes para nuestros productos y servicios; si bien Internet es el más usado, aún son útiles los más tradicionales, como ser la televisión, la radio, los diarios y las revistas. Cabe mencionar que la prospección comercial no es exactamente un sinónimo de publicidad, aunque sí puede y suele combinarse con esta otra herramienta para llamar la atención del público.
Uno de los puntos más importantes a la hora de tratar con potenciales clientes es el grado de información que el empresario tenga acerca de ellos, y por eso resulta esencial poner especial atención a cada detalle de su actividad, de sus intereses y a todo dato que pueda aportarnos pistas que le permitan orientarlos hacia uno u otro producto o servicio, según la percepción que tenga de sus interés.
La herramienta más valiosa para la prospección comercial es la cartera de clientes, una base de datos en la cual figuran todas aquellas personas y empresas que ya se han convertido en compradores, así como las que podrían estar interesadas en consumir en el futuro. Para maximizar las probabilidades de éxito, es necesario mantener esta lista siempre actualizada, algo que se obtiene a través de la comunicación frecuente y determinada.
