Un proyecto puede ser una idea, un plan o un programa. El concepto se emplea para nombrar al conjunto de las acciones que se ejecutan coordinadamente con el objetivo de alcanzar una cierta meta.
Educativo, por su parte, es un adjetivo que califica lo que está vinculado con la educación (la instrucción o formación que se desarrolla en el marco de un proceso de enseñanza y aprendizaje).
Qué es un proyecto educativo
Con estas ideas en claro, ya podemos centrarnos en el concepto de proyecto educativo. Se trata de una propuesta formativa que alguien planea llevar a cabo en un cierto ámbito. Por ejemplo: «Me gustaría implementar un proyecto educativo en el club para que las personas mayores aprendan informática», «La asociación de fomento anunció un proyecto educativo destinado a los niños del barrio», «Las autoridades se comprometieron a reformar el proyecto educativo antes de someterlo a votación».
Puede decirse que un proyecto educativo consiste en la planificación de un proceso para que los alumnos alcancen ciertos objetivos de aprendizaje. Como cualquier proyecto, surge a partir de la detección de una necesidad o de un problema y su finalidad es la satisfacción o resolución de aquello detectado.
Detección de problemas y necesidades
Muchas veces, los problemas y las necesidades no son aparentes, independientemente de su gravedad. Por ello no se debe esperar a que se manifiesten, sino que conviene observar de cerca y con frecuencia la realidad de los distintos ámbitos de la sociedad para gozar del tiempo prudente de planeamiento y dar lugar a una ejecución efectiva y con resultados duraderos. Nunca se debe subestimar la importancia de esta primera fase, ya que constituye la base sobre la cual se apoya la acción.
Supongamos que, en un pueblo, los educadores advierten sobre la falta de conocimientos de los jóvenes sobre sexualidad. Con el objetivo de prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual y minimizar las probabilidades de embarazos no deseados, deciden desarrollar un proyecto educativo que implique la formación de los adolescentes en estos temas. A partir de entonces, se acuerda dictar clases de educación sexual en las escuelas, repartir folletos informativos en los clubes y enseñar sobre métodos anticonceptivos en eventos públicos.
Proyecto educativo de centro
Se conoce como proyecto educativo de centro al documento de naturaleza pedagógica que elabora la Comunidad Educativa para definir y enumerar los rasgos que identifican a un centro determinado, formular los objetivos que desea alcanzar y expresar su estructura funcional y organizativa. Se trata de una serie de declaraciones coherentes que persiguen la dirección de un proceso de intervención, para lo cual proveen los puntos fundamentales que dan lugar a la acción y la evolución.
El proyecto educativo de centro debe definir claramente todos los objetivos que desea alcanzar la Comunidad, haciendo especial hincapié en los rasgos que distinguen al centro en cuestión del resto. Este documento debe facilitar la jerarquización de los diferentes puntos, los cuales deben hacerse operativos en las programaciones de la actividad de los maestros y en el plan anual, para llegar a los alumnos y ser evaluados. Es importante señalar que este tipo de proyecto no es inalterable.
Una de las prioridades de un proyecto educativo de centro en un colegio inclusivo es asumir la diversidad de sus alumnos y, por lo tanto, posibilitar la creación de un proyecto curricular y de una organización que los beneficien a todos por igual, a través del trabajo de docentes y demás profesionales del instituto. En otras palabras, el proyecto debe ofrecer respuestas a ciertas preguntas que definan tanto la identidad del centro como los fines que se plantea, sin dejar de lado la observación de su contexto histórico, económico y social, las herramientas y los recursos que usará y el grupo humano involucrado.