Un puente cistínico, también llamado puente disulfuro, es un enlace covalente que se establece entre los grupos sulfhidrilo de dos cisteínas. Se trata de un enlace de gran relevancia en las proteínas.
Antes de avanzar con la definición, es importante saber que un grupo sulfhidrilo o tiol (-SH) cuenta con un átomo de azufre (S) y un átomo de hidrógeno (H). La cisteína, en tanto, es un aminoácido que los seres humanos pueden sintetizar.
Los puentes cistínicos se producen con la oxidación de dos grupos sulfhidrilos, los cuales pertenecen a una molécula de cisteína. Estas reacciones son habituales entre las distintas cadenas polipeptídicas de una misma proteína.
El puente cistínico implica un enlace fuerte. Este tipo de enlace resulta clave en la estructura del cabello, cuya composición se debe sobre todo a la unión de moléculas de queratina a través de puentes cistínicos.
De acuerdo a los puentes cistínicos, el cabello resulta lacio o rizado. En el ámbito de la peluquería, se han desarrollado técnicas para desintegrar esos puentes, cambiar la forma del cabello y luego restablecerlos con el objetivo de conservar la nueva apariencia conseguida.
Estas prácticas, de todos modos, suelen ser criticadas ya que hay quienes afirman que, al romper los puentes cistínicos, la estructura del cabello queda dañada. Muchos peluqueros, por otra parte, ofrecen tratamientos que, según aseguran, garantizan la reconstrucción de los puentes cistínicos.
Hay quienes recurren al formol para el alisado del cabello debido a que este producto rompe los puentes cistínicos y, de esta manera, hace que se eliminen las ondas o los rizos. Sin embargo, el uso de formol puede provocar irritación y reacciones alérgicas.
La estructura del cabello se puede definir aplicando varios de los conceptos mencionados hasta el momento: la denominada fibra capilar se compone principalmente de una proteína córnea, la cual exhibe una dureza relativa y es abundante en azufre; la proteína más conocida en este contexto es la queratina, la pieza fundamental de éste y otros tejidos del cuerpo, tanto de los seres humanos como de los animales.
Una de las características más sobresalientes de la queratina es que genera cadenas de fibras que se unen entre ellas para que sea posible el surgimiento a otras fibras, más gruesas y resistentes, las cuales se conocen con el nombre de macrofibras. La riqueza en azufre de esta proteína se debe a la presencia del aminoácido cisteína, y esta característica da lugar a que dos átomos de azufre de dos moléculas diferentes de cisteína se combinan para formar un puente cistínico. De este modo, las fibras se unen para crear otras de un nivel más alto.
Es importante señalar que la cantidad y la disposición de los puentes cistínicos no sólo se relaciona con las características más evidentes del cabello, como ser su forma, sino que también están detrás de una de las más importantes para su salud: su fuerza. También debemos aclarar que la alteración de su disposición no es algo necesariamente moderno, sino que los especialistas en el cabello llevan trabajando con los puentes desde hace ya mucho tiempo, cada vez que realizan un alisado, una permanente o incluso ciertos peinados.
Si bien existen ciertas contraindicaciones a los cambios en los puentes cistínicos, dado que tanta gente disfruta de estos tratamientos durante casi toda la vida sobra decir que los riesgos no son tan preocupantes. En primer lugar, todo depende de la calidad del servicio, algo que está ligado a la destreza y la experiencia del peluquero. Una vez que los puentes han sido modificados, es fundamental el mantenimiento del cabello, usando los productos más recomendados para cuidarlo y evitar daños.
