Los rayos infrarrojos son una clase de radiación electromagnética con una longitud de onda que resulta superior a la longitud de onda de la luz que puede verse (por lo tanto, tiene una frecuencia menor), aunque inferior a la longitud de onda de las microondas (la frecuencia de los rayos infrarrojos es superior).
Antes de avanzar con la definición, se hace necesario que analizar el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma al conepto:
- Rayo deriva del latín radius, que puede traducirse como «varilla».
- Infrarrojo procede de la lengua inglesa. En este sentido hay que decir que fue el físico estadounidense Samuel Pierpont Langley quien procedió a acuñar el término y lo hizo haciendo utilización de dos componentes del latín: el prefijo infra-, que es sinónimo de «debajo», y la palabra russus, que significa «rojo».
En definitiva, la línea originada en el sitio donde se genera un determinado tipo de energía, que se propaga en una cierta dirección, recibe el nombre de rayo. Infrarrojo, por su parte, es un adjetivo que se refiere a la radiación cuya longitud de onda es mayor que el rojo.
Emisión de rayos infrarrojos
Un cuerpo que se encuentre a una temperatura superior a los -273,15º Celsius (equivalente a 0 Kelvin) puede emitir rayos infrarrojos con longitudes de onda de entre 0,7 y 1.000 micrómetros. De acuerdo a lo longitud de onda, se puede distinguir entre rayos infrarrojos cercanos, rayos infrarrojos medios y rayos infrarrojos lejanos.
Es importante tener en cuenta que todos los cuerpos emiten una radiación energética, que está vinculada a la temperatura. En el caso de los seres vivientes, la mayor parte de la radiación es infrarroja.
Cuando se habla de la sensación térmica, se hace referencia a lo qué siente una persona más allá de la temperatura del ambiente. Esto se debe principalmente a la radiación que nos llega de los rayos solares: si recibimos más energía de la que emitimos en forma de rayos infrarrojos, sentiremos calor, aún cuando la temperatura ambiental y la temperatura corporal se mantengan constantes.
Su utilización
Por lo explicado, los rayos infrarrojos pueden utilizarse en dispositivos especiales para ver cuerpos en la oscuridad, registrando la radiación que emiten. A mayor cantidad de rayos infrarrojos emitidos, se puede captar una mayor luminosidad.
En la actualidad los rayos infrarrojos se utilizan de manera muy frecuente, en diversos ámbitos y con un amplio conjunto de fines y funciones, entre los que podríamos destacar los siguientes:
- Como elemento de calefacción exterior, especialmente en locales con terrazas, escaparates…
- Para detectar fugas de agua de una manera mucho más rápida y sin tener que acometer la rotura de ninguna instalación.
- Los militares también hacen uso de los rayos infrarrojos a través de determinados sistemas para detectar a un blanco aún en condiciones de escasa o nula visibilidad.
- Para desarrollar el secado de pinturas dentro del campo de la industria.
- En la gastronomía, para asar ciertos platos de una manera más rápida y consiguiendo un resultado homogéneo.