Recelo es la acción y el resultado de recelar. Este verbo se vincula a mantener una sospecha o a conjeturar sobre algo o alguien.
Por ejemplo: “Desde que se divorció, María no logra superar su recelo hacia los hombres”, “¿Por qué te conduces con tanto recelo? Es necesario que confíes en alguien”, “Una vez que superó el recelo, el cachorro se mostró muy amistoso con todos los integrantes de la casa”.
El recelo como desconfianza
El recelo, por lo tanto, se asocia a la desconfianza o a la precaución algo excesiva. Supongamos que se instala un nuevo vecino en un edificio de departamentos. El recién llegado demuestra tener costumbres un poco extrañas: casi no sale de la casa, hace ruido por la noche y recibe visitas a horarios extraños.
Las personas que ya vivían en el edificio, por lo tanto, se manejan con recelo ante él ya que no les parece un individuo confiable. Por eso intentan averiguar a qué se dedica y lo mantienen, de alguna forma, vigilado.
El concepto en las relaciones sentimentales
Uno de los principales ámbitos donde hay personas que “sufren” recelo de quienes tienen delante es en el amor. El haber tenido malas experiencias previas o incluso tener miedo a sufrir son algunas de las circunstancias que lleva a hombres y a mujeres a adquirir una postura de recelo ante los individuos que aparecen en sus vidas y que comienzan a mostrar sentimientos por ellos.
Las dos citadas circunstancias son las principales “culpables” del recelo, pero también es posible nombrar las siguientes:
- Saber que cuando se está enamorado se puede ser más vulnerable, porque no se puede tener el control sobre lo que pasará con esa relación sentimental.
- El amor es una situación en la que, en muchas ocasiones, existe una desigualdad. Y es que está la idea de que siempre hay una de las partes que ama más que la otra, que se entrega más o que se preocupa más.
- También hay quien tiene recelo a comenzar una relación amorosa porque se puede tener miedo a perder la parcela de autonomía, independencia y libertad que se poseía hasta ese momento.
- De la misma manera, no hay que pasar por alto que también muchos individuos recelan de quienes se manifiestan enamorados de ellos y dispuestos de comenzar una historia de amor cuando desde el primer momento estos dicen frases como “te quiero”. En esos casos se plantean que les están mintiendo, porque es imposible sentir tanto desde el minuto uno.
- El recelo también aparece en quien recibe el rumor de que la otra persona no se compromete nunca o que es infiel por naturaleza.
Otras consideraciones sobre el recelo
Los animales también pueden actuar con recelo. Un perro que fue abandonado por sus amos es probable que muestre recelo hacia las personas, al menos durante un tiempo. Quienes deseen adoptarlo tendrán que ganarse su confianza para que el animal supere el temor y vuelva a integrarse a otra familia.
Cuidar algo con recelo, por otro lado, consiste en protegerlo con ímpetu y vigor. Un hombre que no le presta mucha atención a su automóvil no se preocupará demasiado si alguien le raya una puerta o si una tormenta de granizo abolla la chapa. En cambio, aquel que cuida su auto con recelo lo guardará siempre bajo techo y estará atento a cualquier incidente que pueda afectar al vehículo.