La reflexión suele asociarse al análisis de alguna situación a través del pensamiento. En el ámbito de la física, sin embargo, la reflexión (del latín reflexĭo) es una modificación que se produce en la dirección de una onda o de un rayo. Dicho cambio tiene lugar en el espacio que separa dos medios, lo que hace que la onda o el rayo vuelva a su medio original.
Un fenómeno o acción esta que se produce en el campo de la luz y que para entenderlo hay que tener muy presente que dicha luz se caracteriza fundamentalmente porque cuenta con tres propiedades básicas. La primera de ellas es que se propaga en línea recta. La segunda es que se refleja cuando llega a cualquier superficie que sea reflectante y la tercera es que cambia de dirección en el momento que pasa de un medio a otro.
Partiendo de esto y haciendo referencia a lo que es el proceso de reflexión de la luz hay que subrayar que este se define por el hecho de que cumple a rajatabla dos principios básicos. En primer lugar el que el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión. Y en segundo término el que el rayo reflejado, el rayo incidente y la normal se encuentran en un mismo plano que es perpendicular a la superficie.
Tipos de reflexión de la luz
Dependiendo de las características de la superficie que se encarga de la separación, es posible distinguir entre dos tipos de reflexión de la luz. La reflexión especular se produce si la superficie que genera el reflejo es lisa, lo que hace que los rayos que se reflejan sean paralelos a los incidentes. Esta es la reflexión que se desarrolla con un espejo, por ejemplo.
La reflexión difusa, en cambio, ocurre cuando la imagen no logra conservarse, aunque sí se puede reflejar la energía. Cuando esto ocurre, los rayos reflejados no resultan paralelos a los incidentes ya que la superficie que refleja tiene irregularidades. Lo que se ve, por lo tanto, no es la imagen, sino una iluminación de la superficie. Es decir, en este caso concreto lo que sucede es que, al no ser paralelos entre sí los rayos que se reflejan sobre la superficie irregular, lo que tengamos ante nuestros ojos sea una imagen totalmente borrosa.
Si la superficie de separación se halla entre un medio conductor y otro dieléctrico (o si ambos medios son dieléctricos), por otra parte, la fase de la onda que se refleja es posible que se invierta.
Un fenómeno de distintas características
El fenómeno de la reflexión interna total, por último, tiene lugar en los casos en que el rayo atraviesa un medio que tiene un índice de refracción que es más grande que el del medio en el que se halla, por lo que el rayo se refracta sin poder atravesar la superficie que existe entre los medios y se refleja en su totalidad.
En conclusión, podemos determinar que este proceso de reflexión de la luz es un fenómeno de tipo óptico que es muy importante en nuestras vidas por el simple hecho de que gracias a él podemos percibir muchos de los objetos que existen y que se encuentran a nuestro alrededor.