Una reforma estructural consiste en la modificación de una determinada estructura. Se trata, por lo tanto, de cambios importantes que alteran la esencia o los cimientos de algo.
Por ejemplo: “El sector productivo necesita una reforma estructural para ser rentable y sustentable”, “El presidente se comprometió a impulsar una reforma estructural en la universidad”, “El edificio histórico será sometido a una reforma estructural para permitir la construcción de una nueva avenida”.
Qué es una reforma estructural
Recordemos que una reforma es el proceso y efecto de reformar (modificar algo o formarlo nuevamente). Estructural, por su parte, se vincula a una estructura (la manera en la que se organizan los componentes de un todo, la base que sustenta una construcción).
La reforma estructural, por lo tanto, puede hacer referencia a un cambio simbólico que altere la forma de organización de algo o a una modificación material de una edificación.
Si alguien postula la necesidad de encarar una reforma estructural de la educación de un país, se estará refiriendo a una serie de cambios que renueven el sistema educativo en su conjunto, más allá de lo edilicio. En cambio, un comentario sobre la reforma estructural de una casa estará vinculado a una renovación de la construcción (cambiando la disposición de los ambientes, agregando una habitación, etc.).
Cambios en una casa
Las reformas estructurales, en todos los casos, suelen ser complejas ya que suponen modificaciones substanciales, que trascienden los detalles o lo superficial. Colgar un cuadro o pintar un cuarto, por citar dos posibilidades, no implican la reforma estructural de una casa.
A la hora de acometer reformas estructurales en edificaciones, se hace necesario establecer proyectos sólidos que engloben todas las actuaciones a realizar, tales como reformar muros, tirar vigas, mejorar el aislamiento térmico, reubicar las distintas habitaciones, cambiar el tipo de suelo, proceder a sustituir las tuberías, solucionar problemas de humedades que pudieran existir, añadir contrafuertes, renovar las instalaciones en pro de conseguir un mejor y mayor ahorro energético, tirar muros, crear nuevos espacios, acabar con los problemas de grietas…
Aspectos negativos de una reforma estructural
Dentro del ámbito económico, financiero y empresarial de distintos países se proponen y acometen reformas estructurales. No obstante, en torno a las mismas se subrayan ciertas dificultades que, en ocasiones, se convierten en escollos muy complicados:
- En ocasiones tienen la particularidad de que cuando hay beneficios o mejoras estos son percibidos claramente por los expertos y profesionales de las áreas correspondientes, pero no por la ciudadanía de a pie.
- Se considera que, en ocasiones, las reformas estructurales lo único que consiguen es facilitar, en cierta medida, que se acometan acciones que resultan perjudiciales para la gran mayoría.
- De la misma manera, se considera que llevar a cabo esos cambios puede provocar que se tengan costos a corto plazo complicados y difíciles de hacerle frente.
- Asimismo, una notable dificultad para realizar reformas estructurales es que no se cuenten con políticos y figuras relevantes capaces de tomar la decisión de llevarlas a cabo, de plantearlas correctamente y de hacerle entender a todos que van a resultar positivas.