La noción de régimen de gobierno permite referirse a cómo se relacionan los diferentes poderes del Estado. En el conjunto de los regímenes democráticos (basados en la participación popular a la hora de la tomar decisiones vinculadas a la cuestión pública), se puede encontrar al régimen parlamentario.
En este régimen, el Poder Legislativo (representado por el Parlamento) elige a quienes ejercerán el Poder Ejecutivo (el gobierno). En esta clase de sistema, el jefe de Gobierno o Primer Ministro no es el mismo que el jefe de Estado: el primero preside el Poder Ejecutivo, mientras que el segundo puede ser un monarca que accedió a su condición de manera hereditaria o un representante seleccionado por el Parlamento.
La población elige a través de su voto a los integrantes del Parlamento y luego los parlamentarios votan al jefe de Gobierno. Distinto es el caso del régimen presidencialista, en el cual la gente vota de manera directa al líder del Poder Ejecutivo (el presidente).
Ventajas del régimen parlamentario
Quienes defienden el régimen parlamentario destacan que, al ingresar diversos partidos políticos al Parlamento, las decisiones tienen un alto consenso social. El jefe de Gobierno incluso debe responder ante el Parlamento, lo que implica una mayor participación en la política activa que dirige los destinos de un país.
Actualmente en el régimen parlamentario suelen convivir un Primer Ministro, que gobierna junto a su gabinete, y un jefe de Estado, que actúa como mediador y que cuenta con atribuciones muy específicas. El Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, mientras tanto, interactúan de acuerdo a lo establecido por la Constitución: por lo general el Parlamento puede destituir al Primer Ministro y éste puede disolver el Parlamento en ocasiones extraordinarias.
Algunos ejemplos en Europa
Para entender mejor este concepto, veremos algunos ejemplos reales de países que adoptaron el régimen parlamentario. En primer lugar, podemos hablar de Europa del Este, donde se da la concentración más grande de este tipo de gobierno, más específicamente en los siguientes países: Bosnia, Albania, Estonia, Croacia, Letonia, Hungría, Serbia, Rumania, Eslovenia y Eslovaquia.
En el oeste de Europa también encontramos países con régimen parlamentario; tal es el caso de Italia, Grecia, Austria, Alemania, Malta, Portugal y Moldavia, y muchos de ellos asimismo son estados unitarios. En un estado unitario, se da una organización que cuenta con un gobierno centralista que delega en ramas administrativas ciertas facultades menores.
Régimenes parlamentarios en otras partes del mundo
Pasando al sudeste de Asia, están Bangladesh y Timor Oriental, dos países que cuentan con un régimen parlamentario. No podemos dejar fuera de esta lista a la India, que cuenta con el segundo puesto en cantidad de habitantes a nivel mundial, después de China. Pakistán, Líbano, Irak e Israel son otros países con gobiernos parlamentarios, en este caso, en el Medio Oriente. El Líbano tiene una situación particular, ya que también sostiene un sistema llamado Confesionalismo, el cual permite la distribución del poder entre los diversos grupos religiosos del país.
Ya en el continente africano, tenemos tres países con régimen parlamentario: Etiopía, Mauricio y Cabo Verde, aunque estos últimos dos se encuentran en territorios insulares. Mauricio adoptó este tipo de gobierno en el año 1968, cuando se independizó de Reino Unido, mientras que Cabo Verde lo hizo más recientemente, en 1980.
Es importante señalar que el régimen parlamentario está presente en otras partes del mundo, aunque no con tanta densidad como en las mencionadas anteriormente. Por ejemplo, en el Pacífico Sur existe Samoa, una nación ubicada a 500 kilómetros de Fiji. También se encuentran Dominica y Trinidad y Tobago, dos países que llevan algunas décadas con este régimen; la primera lo adoptó en el año 1979, con su Reforma, y la segunda, tras independizarse de Reino Unido en 1976.