La regulación de una actividad o un proceso se desarrolla mediante normas.
Regulación es la acción y efecto de regular (ajustar o poner en orden algo, reglar el funcionamiento de un sistema, determinar normas). El término suele utilizarse como sinónimo de normativa.
La regulación, por lo tanto, consiste en el establecimiento de normas, reglas o leyes dentro de un determinado ámbito. El objetivo de este procedimiento es mantener un orden, llevar un control y garantizar los derechos de todos los integrantes de una comunidad.
TemasLa regulación estatal
Distintas organizaciones e instituciones son sometidas a la regulación por parte del Estado. Quienes son regulados deben acatar una serie de reglas ya establecidas para evitar cometer una falta o un delito. Por eso es importante que las autoridades lleven a cabo un adecuado control para asegurarse del adecuado cumplimiento de sus medidas vigentes.
Algunos sectores económicos o mercados que resultan claves para la sociedad también son sometidos a regulación. El transporte, por ejemplo, suele estar regulado por el Estado para garantizar el cumplimiento de frecuencias, el respeto por los recorridos, el descanso de los conductores, etc. Si el transporte no es regulado, se corre el riesgo de que las empresas actúen únicamente en defensa de sus intereses y priven a los pasajeros de sus derechos, quedando incomunicados.
El sector energético también suele estar bajo regulación estatal. En este caso, se intenta que las tarifas no se excedan (privando a los usuarios de un servicio esencial como la electricidad) y que no se produzcan cortes de energía. La regulación también fiscaliza, por lo tanto, que las compañías realicen las inversiones necesarias para asegurar la calidad del servicio.
Al ajustar el caudal de algo, se realiza su regulación.
Ajuste de un caudal
En otros contextos, se puede hablar de regulación cuando se efectúa un ajuste en el caudal de alguna sustancia, como por ejemplo de agua o gas.
Muchos calentadores caseros cuentan con una perilla que permite a sus usuarios incrementar o reducir la presión del agua para alcanzar la temperatura deseada sin necesidad de alterar el consumo del gas, promoviendo el ahorro y el uso responsable y medido de los recursos.
La regulación automática
La ingeniería concibe el principio de regulación automática para controlar un estado en particular de un proceso, tal como ocurre con ciertos calefactores, las aeronaves cuyas rutas son previamente delimitadas y los automóviles que permiten establecer una velocidad máxima. Este concepto también se conoce con el nombre de teoría de control y enfoca su estudio en la forma en que se comportan los sistemas dinámicos (aquellos cuyo estado atraviesa una evolución en el tiempo), interpretándolos como un bloque con un punto de entrada y uno de salida.
Es común que la entrada sea una señal, tanto analógica como digital, que se percibe en un punto determinado de dicho sistema. A lo largo de los bloques intermedios, una serie definida de acciones (conocidas como perturbadoras) modifican directamente la señal. Los resultados de la regulación que esta última sufre dentro del sistema se reflejan en las funciones matemáticas llamadas de transferencia.
Se conoce como referencia a la salida, al valor de la entrada una vez que haya sido afectada por las mencionadas funciones de transferencia. En el caso de que algunas de las variables de salida deban seguir la magnitud de una referencia que se modifica con el tiempo, se hace necesaria la actuación de un controlador para manipular los valores que ingresan al sistema hasta dar con los resultados deseados.
Por lo general, se dice que un sistema de regulación automática es estable cuando, toda entrada acotada en un período de tiempo cualquiera, produce una salida acotada (esto se denomina estabilidad BIBO, de bounded input bounded output). Cuando se cumple dicha condición, no es posible que un sistema explote; en otras palabras, si la entrada es finita, no puede darse que la salida tienda a infinito, independientemente del tiempo.
