Retención es la acción y efecto de retener (conservar algo, impedir que se mueva o salga, interrumpir su curso normal). En la biología, la noción de retención -proveniente del latín retentĭo– hace referencia a la dificultad fisiológica para eliminar los líquidos del organismo.
La retención de líquidos también se conoce como hidropesía o edema. No se considera como una enfermedad independiente, sino que supone un síntoma de otras enfermedades que pueden afectar a los riñones o al corazón, entre otros órganos. La acumulación del líquido retenido puede producirse en el vientre, los tobillos, las muñecas, los brazos o el cuello.
Consejos para evitar la retención de líquidos
Muchas son las recomendaciones que se les dan a las personas que tienen problemas de retención de líquidos. No obstante, entre las más significativas están las siguientes:
- Llevar a cabo una dieta sana y equilibrada, donde las grasas y los azúcares estén reducidos al mínimo.
- Beber mucha agua diariamente. En concreto, se estipula que lo más aconsejable es tomar entre un 1,5 y 2 litros cada jornada.
- Controlar en todo momento el consumo de sal, ya que esta juega un papel fundamental en lo que sería la mencionada retención.
- Incluir en la dieta muchas frutas y verduras. En este sentido, lo que recomiendan los expertos en la materia son cinco piezas diarias.
Otras sugerencias
Por supuesto, a estos consejos se añade uno fundamental que es saludable en todos los aspectos: practicar ejercicio de manera frecuente. Quien no cuente con mucho tiempo para realizar deporte, se recomienda que opte por caminar al menos media hora todos los días.
Además de todo ello, quienes sufren de retención de líquidos es importante que sepan que existes distintas plantas, que se toman en infusión, y que ayudan a que aquella se produzca. En este sentido, podríamos destacar la cola de caballo, el diente de león, el espino albar, el cerezo o la achicoria.
La retención en la economía y las finanzas
La noción de retención también se utiliza en la economía y las finanzas para nombrar a la parte retenida de un ingreso, sueldo, etc. Dicho porcentaje suele ser apropiado por el Estado bajo diversos conceptos, como un impuesto. La modalidad suele utilizarse para evitar las distorsiones del mercado o para redistribuir la riqueza cuando un sector aprovecha las ventajas comparativas de un país. Por ejemplo: si un sector gana millones de dólares ya que el tipo de cambio vigente le permite exportar toda su producción, el gobierno puede establecer una retención y luego destinar dicho dinero a otros sectores que pueden sacar provecho de la política cambiaria.
En el caso de España, es importante establecer que muchos sectores y profesionales autónomos cuentan con retenciones de hasta el 21%. No obstante, cuando inician su actividad tienen la oportunidad de acogerse a determinadas ayudas y subvenciones que les llevarán a que durante los primeros treinta meses aquella sólo sea del 9%.
Las retenciones no suelen ser bien recibidas por los sectores afectados. Un caso emblemático de esta circunstancia tuvo lugar en Argentina en 2008, cuando las organizaciones empresariales del campo bloquearon las rutas y realizaron un paro durante más de cuatro meses ya que se oponían a un aumento de las retenciones a las exportaciones de soja y girasol.