Santidad, un término que procede del vocablo latino sanctĭtas, es la característica de aquel que es santo. Este adjetivo (santo) puede hacer referencia al individuo bondadoso que no tiene culpa alguna. En el ámbito religioso, un santo es un sujeto que desarrolló un vínculo especial con un ser divino o que sobresale por su ética y sus valores morales.
De este modo, podemos diferenciar entre dos usos de las nociones de santo y santidad que, si bien son similares, tienen distintos significados específicos. En el lenguaje coloquial, estas ideas suelen mencionar la solidaridad, misericordia, amabilidad o clemencia de una persona: «La mujer volvió a hacer gala de su santidad al acompañar a su marido al festival de artes marciales y luego al concierto de heavy metal», «Jana empezó a mostrar su santidad desde pequeña, cuando regalaba sus juguetes a los niños pobres del barrio».
La santidad en la Biblia
Mucho se ha hablado y escrito sobre la santidad. No obstante, los aspectos más relevantes según los religiosos respecto a la misma aparecen recogidos en la propia Biblia en la que se indica cómo se debe vivir en santidad. En concreto, se determina que quien desee hacerlo, debe seguir las siguientes indicaciones a rajatabla:
-Deber ser practicante del ayuno.
-Tiene que estudiar y obedecer todos y cada uno de los aspectos que se establecen como principios en la mencionada Biblia.
-Se hace necesario saber perdonar.
-Por supuesto, es fundamental ser consciente del poder que tiene la oración.
-De la misma manera, se establece que para poder vivir en santidad es necesario huir de todo tipo de tentaciones.
-Se debe practicar la justicia.
-Es importante no llevar a cabo la satisfacción de lo que son los deseos de la carne.
Para la religión, pues, la santidad es una cualidad que poseen aquellas personas que fueron declaradas como santas. En el catolicismo, los individuos se convierten en santos a través de un proceso llamado canonización.
El rol del papa
El papa se encarga de realizar la canonización después de confirmar la santidad de la persona a través de un análisis de sus virtudes heroicas respecto a sus cualidades cristianas y de determinar si, por cuestiones de fe, sufrió un martirio. Los santos, además, tienen que haber realizado dos o más milagros.
Cabe destacar que, cuando el concepto de santidad se escribe con mayúscula inicial (Santidad), se trata de un tratamiento de honor que se concede al papa: «Su Santidad visitará Francia la semana próxima», «En la misa de esta mañana, Su Santidad condenó la guerra».
En referencia al Sumo Pontífice es interesante resaltar la existencia de un libro, que se publicó en el año 2012 y que llevó por título «Su Santidad: Los papeles secretos de Benedicto XVI». El periodista italiano Gianluigi Nuzzi fue quien acometió la realización de esta obra que se basa fundamentalmente en lo que es la correspondencia que el citado Papa llevaba a cabo, especialmente con su secretario personal, que no era otro que el sacerdote alemán Georg Gänswein. Documentación esta que pone sobre la mesa desde detalles de escándalos relacionados con miembros de la Iglesia hasta presuntos sobornos que se acometían con el único objetivo de poder conseguir audiencia con el Pontífice.