Síntoma es un término con origen en el latín symptōma que, a su vez, procede de un vocablo de la lengua griega. El concepto permite nombrar a la señal o indicio de algo que está sucediendo o que va a suceder en el futuro.
Por ejemplo: “La gran cantidad de gente que pide monedas en la calle es un síntoma de lo mal que funciona la economía en este país”, “El mal rendimiento escolar de un niño suele ser un síntoma de un problema mayor”, “Los investigadores afirman que el joven no había dado ningún síntoma que permitiera prever una decisión semejante”.
El paciente y los síntomas
En el ámbito de la medicina, un síntoma es un fenómeno que revela una enfermedad. El síntoma es referido de manera subjetiva por el enfermo cuando percibe algo anómalo en su organismo.
Las náuseas, los mareos, la distermia y la somnolencia son síntomas de distintas afecciones: “Le dije al doctor qué síntomas tenía y me envió a hacerme varios estudios”, “El médico me preguntó los síntomas y yo le expliqué que tenía mareos frecuentes”.
Su importancia en un diagnóstico
En este sentido, habría que subrayar que los síntomas se convierten en elementos fundamentales a la hora de que cualquier profesional sanitario pueda establecer un diagnóstico a un paciente y su posterior tratamiento de cara a que pueda curarse la enfermedad o patología que tiene.
Así, por ejemplo, en el caso de enfermedades del corazón como el infarto los síntomas más frecuentes que experimenta la persona afectada son molestias en la zona del pecho, una notable dificultad para poder respirar, un cansancio que en principio no tiene ninguna explicación, vómitos e incluso sudor frío o mareos.
Síntomas de un trastorno de ansiedad
Por su parte, quienes sufren de ansiedad deben saber que son numerosos los síntomas que pueden padecer y que vendrían a dejar patente que está padeciendo aquella. Tal es la variedad de los mismos que los médicos establecen que se pueden dividir en varios grupos claramente delimitados: respiratorios, genitourinarios, neurológicos, sensoriales, mentales, cardiovasculares, gastrointestinales, neurovegetativos, musculares, psicofísicos…
Entre todos ellos los que experimentan de manera más habitual las personas con problemas de ansiedad son taquicardia, vómitos, diarreas, vértigos, dolores de cabeza, sudoración, temblores, insomnio, contracturas musculares, debilidad, fatiga, irritabilidad e incluso humor variable.
Diferencias con los signos clínicos y los síndromes
Es importante distinguir entre el síntoma (comentado por el paciente) y el signo clínico, que es una manifestación objetivable advertida por el médico. Los signos clínicos se hacen evidentes en la biología del enfermo y reflejan una enfermedad. Los edemas y la fiebre son signos clínicos.
Otro concepto que suele confundirse con síntoma es el síndrome, que es el cuadro clínico formado por síntomas y signos y que, por sus características, presenta un significado al médico.
Síntomas en el ámbito empresarial
En el ámbito empresarial también se hace uso del término síntoma. En este caso, este vendría a ser el conjunto de indicativos que dejarán patente la situación en la que se encuentra un negocio y más exactamente que se avecina un problema.
De ahí que los expertos se vean en la necesidad de analizar cuestiones tales como la baja calidad de los productos, los costos elevados o el malestar entre los empleados.