El sistema electoral es la estructura compuesta por las normativas y los procesos que, fijados por la ley, permiten que los ciudadanos intervengan en las decisiones políticas a través del voto. Podría decirse que, mediante el sistema electoral, los individuos se convierten en electores y seleccionan a los dirigentes que ocupan diversos cargos públicos en el gobierno.
Cabe resaltar que la noción se compone de dos términos: sistema (el módulo ordenado de componentes que están interrelacionados y que mantienen interacciones entre sí) y electoral (aquello vinculado a las elecciones y los electores).
La actividad de los partidos políticos, los mecanismos a través de los cuales los ciudadanos emiten su voto, el recuento de los sufragios y la distribución de los cargos de acuerdo a los resultados de la elección son algunas de las cuestiones que se vinculan al sistema electoral vigente en un determinado territorio.
Ejemplo de sistema electoral
Veamos un ejemplo simple y ficticio para comprender el funcionamiento de un sistema electoral. En un país X, el sistema electoral establece que todos los ciudadanos mayores de 18 años y menores de 75 años deben votar obligatoriamente en las elecciones presidenciales, que se realizan cada cuatro años.
De acuerdo a lo definido por este sistema, el voto es secreto y se emite a través de boletas electorales que se introducen en urnas. El presidente es aquel candidato que obtiene más votos: si no logra establecer una diferencia mayor al 10% respecto al segundo u obtiene menos del 50% de los votos, se realiza una segunda vuelta de votación entre los dos candidatos con mayor cantidad de votos.
El caso español
En España, por ejemplo, votan los ciudadanos de 18 años en adelante para elegir no sólo a sus alcaldes sino también a los presidentes de las distintas comunidades autónomas y, por supuesto, a los diputados y senadores que darán forma al Congreso y al Senado. De ahí que, por tanto, existan elecciones locales, regionales y generales.
Otra de las bases del sistema electoral español en el caso de los comicios generales es que se sustenta en él llamado sistema d´Hont, que data del siglo XIX y que establece un cálculo proporcional. Así, a la hora de conocer los escaños de cada partido hay que seguir estos pasos:
- Se realiza el escrutinio de los votos obtenidos y se ordenan de mayor a menor, en una columna, las cifras de votos conseguidas por cada candidatura.
- Después se procede a «eliminar» a las candidaturas que, como mínimo, no haya obtenido un 3% de los votos válidos emitidos.
- Acto seguido lo que se hace es dividir el número de votos emitidos para cada candidatura por 1, 2 y 3 y así de manera sucesiva hasta el número igual al de escaños que corresponde a esa circunscripción electoral. En ese sentido hay que establecer que esos escaños se repartirán a las candidaturas que lógicamente hayan obtenido más votos y eso es algo que se hará de manera decreciente.
La clave de este mencionado sistema electoral d´Hont es que se premia a las candidaturas más votadas y se «castiga» a las que menos votos han obtenido en las urnas.