Se llama sororidad a la solidaridad entre mujeres por la condición de género.
El antecedente etimológico más cercano del término sororidad es el vocablo inglés sorority, a su vez derivado del latín medieval sororitas (que aludía a una «congregación de monjas»). Sororitas, en tanto, provenía del latín soror.
La primera acepción de sororidad que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) alude al cariño o la relación amistosa entre mujeres. Sin embargo, actualmente el uso más habitual del concepto refiere al vínculo solidario que establecen las integrantes del género femenino en la batalla por lograr el empoderamiento.
TemasHistoria de la noción
Suele indicarse que el escritor español Miguel de Unamuno fue quien propuso la utilización de la palabra sororidad. En textos que dio a conocer en 1921, indicó que era necesario que existiera una noción equivalente a fraternidad (centrada en la relación entre hermanos), pero enfocada en la hermandad de mujeres. Así propuso emplear vocablos como sororal y sororidad.
Recién a fines de 2018, la RAE agregó sororidad a su diccionario. A partir del avance del feminismo, su utilización se popularizó en múltiples ámbitos.
El feminismo fomenta la sororidad.
Qué es la sororidad
Para comprender la idea de sororidad, hay que tener en cuenta que el hombre goza de una posición de privilegio respecto a la mujer. Los varones cobran más por un mismo trabajo y acceden a los puestos dirigenciales con mayor facilidad, por ejemplo. Las mujeres, además, suelen ser víctimas de la violencia machista.
En este contexto, la lucha por la igualdad de género es una causa que ha adquirido una gran importancia social en las últimas décadas. La sororidad, de este modo, es la solidaridad entre mujeres en el marco de este proceso de reivindicación.
Se entiende que las mujeres, simplemente a partir de su género, se enfrentan a problemáticas en común. La sororidad supone que se comprenden mutuamente y que deben apoyarse entre sí.
Cómo funciona
La sororidad implica una especie de acuerdo entre mujeres. Con la sororidad como punto de partida, establecen un convenio que potencia el activismo social y la acción política para favorecer un cambio en las comunidades y eliminar la discriminación de género.
Hay quienes subrayan el componente ético de la sororidad. Al reconocerse como pares, las mujeres forjan nexos positivos y se alían para hacerse más fuertes en un contexto que les resulta hostil.
En la vida cotidiana, la sororidad aparece cuando una mujer se acerca a otra que está siendo hostigada en la vía pública para respaldarla, por ejemplo. También cuando defiende a aquella que sufre acoso por las redes sociales, por mencionar otra posibilidad.
Críticas a la idea de sororidad
No se puede dejar de mencionar que varias activistas y pensadoras han expresado críticas al concepto de sororidad. Esto se debe a que, al enaltecer la igualdad femenina, deja de lado las diferencias de orientación sexual, clase y raza que existen.
Por lo tanto, en ocasiones se advierte que la sororidad, en realidad, se orienta a la solidaridad entre mujeres de piel blanca y heterosexuales que forman parte de la clase media. Es probable que alguien de dicho grupo no acompañe reclamos de una mujer pobre de piel negra ni de una lesbiana que vive en situación de calle, con lo cual la sororidad, en estos casos, no abarcaría a la totalidad de las féminas.
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