«Aceite» es un sustantivo incontable.
La idea de sustantivo se utiliza en el terreno de la gramática para aludir a un nombre: un tipo de palabra que puede designar distintas clases de entidades y permite generar sintagmas nominales que asumen diferentes roles. Los sustantivos disponen de número y género, adaptándose a las circunstancias del mensaje.
Incontable, en tanto, es un adjetivo que califica a aquello que no se puede contar: es decir, que no es posible numerar. A lo que es incontable no se le puede asignar un número debido a que su fragmentación en unidades homogéneas resulta inviable.
TemasConcepto de sustantivo incontable
Partiendo de estas definiciones, se puede afirmar que un sustantivo incontable o no contable hace mención a algo que no se puede numerar o contar. Puede emplearse únicamente en singular o en plural, según el caso, y se vincula a elementos que no son susceptibles de división en unidades.
Por sus características, los sustantivos incontables no pueden acompañarse con cuantificadores numerales. En cambio, sí se unen a cuantificadores indefinidos (“poco”, “mucho”, etc.).
Los sustantivos incontables como «paciencia» carecen de forma específica y no pueden contabilizarse en unidades homogéneas.
Ejemplos de uso
Existen múltiples sustantivos incontables que se utilizan con frecuencia en la vida cotidiana. Uno de ellos es aire: su uso más habitual se da en singular y generalmente no puede cuantificarse. Así, encontramos expresiones como “Hay poco aire en este lugar” o “Me falta el aire”. En cambio, no se manifiesta “Hay tres aires en este lugar” ni “Me faltan cinco aires”.
Otro sustantivo incontable es aceite. A la comida se le puede añadir “un poco de aceite”, “bastante aceite” o “una pizca de aceite”, por mencionar algunas posibilidades.
Hay que tener en cuenta, de todas maneras, que los sustantivos incontables pueden volverse sustantivos contables en determinados contextos o a partir de una resignificación. Un plato puede llevar “dos aceites” si se combina aceite de oliva con aceite de maíz, por ejemplo. Una persona, por otra parte, puede comprar “cuatro aceites” (“cuatro botellas de aceite”) o utilizar “medio litro de aceite” en una receta.
Los sustantivos incontables y la forma
Suele señalarse que los sustantivos incontables no poseen una forma concreta, constante o fija. Podemos apreciar esta particularidad si analizamos lo que sucede con el término paciencia.
La paciencia no se puede cuantificar ni medir con precisión; tampoco tiene una forma. Los individuos pueden tener “mucha paciencia” o “poca paciencia”, sentir que “la paciencia se agota” o solicitar que les tengan “más paciencia”, aunque no pueden comentar que necesitan “veinte paciencias” ni que disponen de “tres docenas de paciencias”.
Algo similar ocurre con la sabiduría. Un joven puede estudiar para incrementar su sabiduría, pero no cursar estudios para sumar “siete sabidurías”. En una determinada situación, se puede advertir la falta de sabiduría, no de “tres cuartos de sabiduría” ni de “un centenar de sabidurías”.
Totalmente diferente es lo que pasa con los sustantivos contables. Expresiones como “Anoche comí cuatro hamburguesas”, “Me regalaron dos libros”, “Mariana tiene tres hermanos” y “Mi vecino dispone de dos automóviles” se construyen a partir de sustantivos que pueden contarse o contabilizarse sin dificultades de ningún tipo.
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