La talabartería es el arte que consiste en la realización de artículos de cuero. El término está vinculado al talabarte, el cinturón que se usa para llevar un sable u otro tipo de arma blanca. Al individuo dedicado a su fabricación se lo conoce como talabartero.

Se llama talabartería, por lo tanto, al oficio, el taller o el negocio del talabartero. El concepto puede utilizarse como sinónimo de guarnicionería, ya que se asocia a las correas y otros productos de cuero (las guarniciones) que se colocan a los caballos.
En el sentido más preciso, la talabartería supone la elaboración de monturas, aparejos y otros elementos que se instalan en los equinos. De manera más amplia, la noción incluye el desarrollo de cinturones, billeteras, carteras, bolsos, boinas, llaveros, alpargatas y otros productos de cuero.
Teniendo en cuenta esta particularidad, la talabartería resulta equivalente a la marroquinería, al menos en el lenguaje coloquial. Sin embargo, es más exacto hablar de talabartería con referencia a los accesorios para animales y de marroquinería para aquello destinado específicamente al ser humano.
En el desarrollo de su trabajo, el talabartero recurre a cuchillos, pinzas, tijeras, leznas y otras herramientas. También necesita una tabla para efectuar los cortes y una cinta métrica.
Es importante mencionar que la talabartería está estrechamente relacionada con las curtiembres. En dichos sitios se lleva a cabo la limpieza y el curtido de la piel para convertirla en cuero. Las curtiembres, por lo tanto, entregan las materias primas que los talabarteros necesitan para realizar su tarea.