El vocablo latino temptātus llegó a nuestro idioma como tentativo. Se trata de un adjetivo que permite referirse a aquello que se utiliza para probar, catar o examinar algo. También se conoce como tentativa a la acción que se desarrolla con dicho fin.
Por ejemplo: “La denominación tentativa de la marca es ‘Sportango Pasión’, aunque aún no hemos definido el tema”, “La fecha tentativa para desarrollar el evento es el 13 de diciembre”, “El club realizará una nueva tentativa por el delantero ecuatoriano”.
El concepto de tentativa en el derecho
La noción de tentativa se emplea con frecuencia en el ámbito del derecho. En este caso, un delito en grado de tentativa es aquél que no se concretó por un factor externo y no porque el delincuente no haya querido realizarlo.
En otras palabras, la tentativa aparece cuando una persona ya empezó a ejecutar la conducta delictiva pero, por un motivo externo, no logra completarla. El sujeto actúa con dolo ya que dispone de la voluntad para ejecutar el acto: no puede consumar la acción sólo por la irrupción de una circunstancia que es ajena a él.
Un ejemplo
Supongamos que un hombre que le debe dinero a otro individuo planea asesinar a su acreedor para no tener que pagar la deuda. Con este objetivo, lo espera a la salida del trabajo y le dispara tres veces.
Sin embargo, la víctima logra sobrevivir ya que fue atendida rápidamente por un médico que se encontraba en el lugar y trasladada a un hospital de forma inmediata. El agresor, por lo tanto, es juzgado por “tentativa de homicidio” ya que el homicidio no se consumó, aún cuando ése era el objetivo y la intención del atacante.
Una acción imperfecta inidónea
El uso del término tentativa, en dicho caso, hace referencia a un concepto que se conoce como delito imperfecto inidóneo. Tal como su ortografía lo indica, la palabra «inidóneo» tiene un significado opuesto al de «idóneo», por lo cual hace referencia a una cosa «no idónea, que no es adecuada para cumplir una determinada tarea». En el pasado, este tipo de delito se denominaba imposible, y se trata de una conducta que cuando se analiza luego de los hechos, es posible determinar que ya desde el principio de la acción se apreciaba que no iba a ser posible la consumación del tipo penal.
Algunos ejemplos más claros de la tentativa inidónea son el intento de quitarle la vida a un individuo con una cantidad insuficiente de veneno, disparando con un arma de fuego en un sitio donde éste no se encuentra o bien apelando a la magia negra. Sobra decir que al analizar en retrospectiva un caso con alguna de dichas características queda muy claro que se trata de un delito imposible.
Imputación por un delito en grado de tentativa
A la hora de imputar al delincuente de una tentativa inidónea, es necesario conocer de forma detallada todos los datos que tenía acerca de su entorno y de las víctimas de su accionar, para determinar cuándo comenzaron los hechos fortuitos, es decir, qué hizo conscientemente y qué ocurrió por accidente. Esto sirve para analizar sus intenciones originales, independientemente de los resultados, ya que en base a esta información los jueces pueden actuar aun cuando un intento de crimen se frustra.
En otras palabras, el punto esencial para resolver cuál es el castigo más adecuado para el acusado, o bien si debe o no ser castigado, es el grado de peligro que suponían sus actos desde la perspectiva de su concepción, desde el momento en que los planeó, sin tomar en cuenta el final de la historia. Esto parece contradictorio con el método para determinar si un delito es o no una tentativa inidónea, ya que la observación se realiza en sentido contrario, pero es el único modo de aplicar la justicia en casos de este tipo.