La terapia de pareja es uno de los tantos recursos que se pueden tener en cuenta ya sea para, con intervención de un terapeuta, mejorar la convivencia o recomponer el vínculo afectivo entre personas unidas por un proyecto de vida en común o bien para darle un cierre lo más armonioso posible al lazo sentimental si la idea es, separación o divorcio mediante, continuar cada quien por su lado.
Esta alternativa se recomienda y se aprovecha en la práctica cuando se pretende la reconstrucción de la relación, mejorar la comunicación entre las partes involucradas, surgen problemas de infidelidad o se necesita un/a mediador/a que, desde el rol de terapeuta, contribuya al acercamiento de posiciones a fin de facilitar la resolución de conflictos.
El o la profesional a cargo de las sesiones debe tener una capacitación adecuada para guiar y acompañar a pacientes que solicitan asistencia, algunos con la intención de dejar atrás una crisis profunda o diferencias que desgastan a la pareja y otros como un soporte que enseñe a afrontar y sobrellevar una ruptura.
Tipos de terapia de pareja
Existen distintos tipos de terapia de pareja, por eso al momento de avanzar de modo conjunto por el camino de acudir a un analista o psicólogo es recomendable asesorarse y conocer todas las posibilidades para poder seleccionar la opción que resulte más conveniente.
Según el enfoque terapéutico, la clase de desarrollo y los objetivos buscados ganan notoriedad modelos como el de la terapia breve centrada en soluciones (priorizando anhelos, deseos o intenciones de la pareja) y el de la denominada terapia cognitivo-conductual (donde se analizan detalladamente problemáticas cotidianas).
También es aconsejable saber en qué consiste la terapia Gestalt (corriente que propicia el conocimiento individual como punto de partida para el reconocimiento de cómo relacionarse dentro de la pareja expresando necesidades, pensamientos o sentimientos) y cómo se aplica la terapia centrada en emociones (marco en el cual se hace hincapié en la identificación y aceptación de sentimientos que afloran en ciertas circunstancias).
La terapia de juego (aplicada a la terapia de pareja en contextos específicos), la terapia narrativa, la terapia de aceptación y compromiso, la terapia sexual y la modalidad intensiva bautizada como terapia de pareja de alto impacto son otras prácticas a considerar. Tampoco hay que pasar por alto los formatos, ya que existen tanto la modalidad de sesiones presenciales como la terapia online y las estructuras que se adaptan a la privacidad de dos individuos o que les proponen la vía de la terapia de grupo para parejas.
Características
La terapia de pareja, para resultar útil y terapéutica, debe emprenderse y llevarse a cabo con profesionalismo, ética y neutralidad por parte del terapeuta.
Tienen que propiciarse, en esas sesiones, la comodidad y la libertad para los involucrados a fin de estimularlos a hablar y a escuchar en un entorno respetuoso, seguro y calmo.
Independientemente de las metodologías aplicadas, los contenidos que afloren en los encuentros y cuál sea la modalidad elegida para la terapia, siempre debe trabajarse dándole importancia a la comunicación y destacándose el valor de la empatía, la tolerancia y la asertividad para la construcción de una relación honesta, sólida y saludable.
Problemáticas más abordadas en terapia de pareja
En terapia de pareja las problemáticas más abordadas suelen relacionarse a dificultades, malos entendidos o malestares derivados de problemas de comunicación o por pérdida de confianza ante la salida a la luz de infidelidades, aventuras extramatrimoniales o engaños referidos a asuntos monetarios.
También es frecuente que se consulte a raíz del desarrollo de una codependencia emocional, por la necesidad de lograr un óptimo control o manejo de la ira y por el impacto negativo que el estrés laboral llega a tener en la vida conyugal o en la dinámica familiar. El síndrome del nido vacío, un diagnóstico médico que altera o frena la rutina y la planificación del futuro, las adicciones o un embarazo se suman al listado de razones que, por lo general, impulsan a buscar asesoramiento de parejas.
La insatisfacción a nivel íntimo, los conflictos ocasionados por enfrentamientos entre parientes (usualmente, con algún miembro de la familia política como termina ocurriendo si hay conflictos con suegros, cuñados, etc), un eventual planteo unilateral sobre la intención de abrir la pareja sumándose a la tendencia de mantener relaciones abiertas o practicar el poliamor y los desacuerdos respecto a la crianza de los hijos son otras realidades para las cuales puede ser útil la alternativa de encontrar en la terapia de pareja una gran aliada de la armonía matrimonial.