La noción de tómbola se emplea para nombrar a un tipo de rifa que suele llevarse a cabo en una feria. El organizador, en un primer momento, reparte cartones con números. Luego comienza a extraer las bolillas y anuncia los números que van saliendo sorteados. El ganador de la tómbola es quien cuenta con la mayor cantidad de números sorteados en su cartón.
Se trata de un juego de mesa tradicional de la ciudad de Nápoles, surgido en el siglo XVIII como una alternativa casera al popular loto. Cabe mencionar que en la versión original era común asociar cada número con un significado, por lo general humorístico, como ser los presentes en el libro de los sueños, donde el 2 es «la niña», el 14 es «el ebrio», el 42 es «el café» y el 53 es «el anciano», por ejemplo.
Algunos creen que la tómbola surgió de una discusión entre el cura Gregorio María Rocco y el rey Carlos II de España acerca del loto, en la cual el primero quería cancelarlo dado que lo consideraba inmoral por cuestiones religiosas, y el segundo sugería someterlo a control público para evitar el surgimiento de una versión clandestina. Finalmente, llegaron a un acuerdo mediante el cual la tómbola se prohibiría durante los días de Navidad, y fue entonces que muchas familias comenzaron a recrear la experiencia del loto de forma casera. Incluso al día de hoy es común en Italia jugar a la tómbola en la época navideña.
Los jugadores profesionales de tómbola son capaces de jugar con varios grupos de cartones a la vez (no olvidemos que en cada uno hay seis cartones con los números del 1 al 90 sin repeticiones). Para hacer frente a la mayor dificultad, algunos recurren al «método francés», que consiste en usar un solo frijol por línea, comenzando por ubicar uno a la izquierda de cada línea. Cada vez que se anuncia un número, se debe hacer avanzar el frijol correspondiente a la próxima casilla vacía, contabilizando de esta manera la cantidad de aciertos por línea; cuando se consiguen todos los números de una línea, simplemente se debe posicionar el frijol a la derecha de la misma.
En algunas naciones sudamericanas, se juega a la tómbola de cuyes. A diferencia de la tómbola tradicional, en este caso los números no se extraen de un bolillero, sino que se numeran cajas en una jaula. Allí se ubica a un cuy (un roedor también conocido como cobayo, cuis o conejillo de Indias): el animal, asustado, elegirá una caja para ocultarse. Así se determina el número sorteado.
La tómbola de cuyes es una forma más de explotación animal y, como tal, no debería continuar existiendo. Si bien en este caso particular no existe un alto grado de violencia, el cuy no vive en libertad, no decide qué hacer con su propio tiempo sino que está condenado a vivir en una jaula hasta que su dueño (término que no debería usarse nunca para describir una relación entre dos seres vivos y que demuestra lo mucho que todavía nos queda por aprender) decide sacarlo para que lo ayude a llevar a cabo su trabajo.
Tómbola, por otra parte, es un barrio que pertenece a la localidad española de Alicante. De acuerdo a los datos demográficos, en Tómbola viven poco más de dos mil personas.
También en España, “Tómbola” es el nombre de un programa televisivo que se emitió entre 1997 y 2004, el cual consistía en la realización de entrevistas a personajes famosos.
En 1962, se estrenó una película española titulada “Tómbola”, que en América Latina se conoció como “Los enredos de Marisol”. El filme fue dirigido por Luis Lucia.
“La vida tómbola”, por último, es un tema de Manu Chao, incluido en el disco “La radiolina” que lanzó en 2007. La canción puede escucharse en un documental sobre Diego Armando Maradona que dirigió el serbio Emir Kusturica.
