El trabajo en equipo es un modo de organizarse en grupo para concretar una cierta tarea de forma articulada y cumplir, entre todos los integrantes del conjunto, un mismo desafío u objetivo.
Este estilo de estructura requiere la cooperación, el compromiso, el compañerismo y el esfuerzo de, al menos, dos personas involucradas en un plan o propósito conjunto. Por supuesto que, para minimizar incomodidades que afecten el rendimiento o desmotiven a alguien del grupo, hay que garantizar permanentemente un buen clima y cuidar el nivel de satisfacción de cada uno.
El trabajo en equipo, según se desprende de la realidad cotidiana, se implementa en múltiples ámbitos por razones muy distintas entre sí.
Es una opción que, por ejemplo, numerosas familias eligen para la dinámica de sus hogares a fin de repartir tareas entre los miembros del clan. En ese marco cada uno, acorde a sus posibilidades, aporta su tiempo, conocimiento y sacrificio para el bienestar grupal: mientras unos preparan la cena, otro puede lavar los utensilios y un restante servir el postre, por detallar un hipotético reparto de actividades a modo de referencia.
En el entorno escolar, asimismo, es usual que se trabaje en equipo dentro y fuera del aula. El formato grupal potencia los vínculos, promueve la comunicación y apunta a generar unión pensando en alcanzar la meta prevista. En conjunto, los estudiantes elaboran desde una investigación escolar hasta un programa de radio, pasando por la puesta en marcha de una obra de teatro y de alguna iniciativa solidaria que beneficie a algún sector de la comunidad.
En la búsqueda de buenos resultados, asimismo, es vital darle valor al trabajo en equipo dentro del universo deportivo. Nadie abraza el éxito en soledad: un jugador de elite necesita alguien que lo entrene, especialistas que se ocupen de su nutrición y de su salud mental, contención familiar, etc.
También es imprescindible que en la esfera laboral se impulse el trabajo en equipo porque es una táctica que estimula la eficiencia, la motivación y el buen rendimiento del personal.
Aspectos que exige y estimula el trabajo en equipo
El trabajo en equipo exige y estimula una amplia variedad de aspectos.
Así como tiene que haber respeto, confianza, entusiasmo y excelente disposición para sumarse a un proyecto colectivo, llevar adelante un plan conjunto requiere, en todo momento, empatía, tolerancia, compromiso, flexibilidad, colaboración y una buena comunicación de los involucrados.
Aquellos que participan en esta clase de estructura tienen que adecuarse a la modalidad grupal y asumir tanto un rol como una serie de responsabilidades colaborando desde lo individual pero sin descuidar la esencia colectiva.
El poder de delegación, el liderazgo, la disposición para la escucha activa, la habilidad en materia de gestión de conflictos y el dominio de la inteligencia emocional son imprescindibles para que la experiencia de trabajar en equipo sea lo más fructífera y útil posible.
Formación de equipos según el entorno laboral
Existen varias estrategias a considerar para la formación de equipos según el entorno laboral.
De haber personal desarrollando funciones fuera de la oficina, por ejemplo, habrá que contemplar una modalidad de integración y coordinación grupal a distancia apoyada, básicamente, en la tecnología.
Cuando hay trabajo remoto, sin dudas la comunicación tiene que fluir a través de herramientas colaborativas que simplifiquen, potencien y favorezcan el teletrabajo.
Si el formato es de trabajo presencial, entonces conviene organizar con cierta frecuencia reuniones de equipo para fijar normas de grupo, hacer balances de gestión y jornadas de motivación, además de aprovechar esos encuentros para charlar acerca de las metas comunes y de cómo encaminarse hacia el logro de objetivos, por mencionar algunas posibilidades.
De ser un trabajo híbrido, la labor en equipo tiene que propiciarse por medio de videollamadas, servicios virtuales de mensajería o correos electrónicos y de la retroalimentación permanente dándole espacio a los integrantes para que tengan la libertad de marcar desde errores hasta avances o mejoras en el marco de un feedback constructivo.
Cómo conseguir un buen trabajo en equipo
Cómo conseguir un buen trabajo en equipo constituye un desafío que necesita, por un lado, el ojo visionario de quien tiene que armar un grupo en pos de un objetivo; por otra parte, precisa el compromiso, el interés, las ideas y las ganas de los eventuales convocados.
La formación de equipos es un proceso durante el cual hay que analizar perfiles a fin de quedarse con aquellas personas que, además de las habilidades o conocimientos útiles para una determinada tarea, están dispuestas al aprendizaje continuo y a la integración. El temperamento, la personalidad, de cada integrante es tan importante como su trayectoria o experiencia: la combinación de buen clima a nivel laboral y personal idóneo es la fórmula ideal para arribar a excelentes resultados y poder sortear de la mejor manera posible momentos de tensión o de discusión.
Desde el área de Recursos Humanos es usual que se implementen estrategias como el teambuilding a fin de fortalecer los vínculos interpersonales y, pensando en favorecer la productividad y el liderazgo, se saque provecho a herramientas como las de la mentoría.