
La traducción supone expresar en una lengua algo que se expresó con anterioridad en otra diferente.
Traducción es la acción y efecto de traducir (expresar en una lengua algo que se ha expresado anteriormente o que está escrito en otra diferente). El término puede hacer referencia tanto a la interpretación que se da a un texto o discurso como a la obra material del traductor.
Este concepto tiene su origen etimológico en el latín. Concretamente podemos determinar que procede del vocablo traductio, que puede definirse como la acción de guiar de un lado para otro. Y es que está compuesto por tres partes diferenciadas: el prefijo trans-, que es sinónimo de «de un lado a otro»; el verbo ducere, que significa «guiar»; y el sufijo –cion, que equivale a «acción».
Por ejemplo: «El escritor argentino Jorge Luis Borges realizó traducciones de obras de Edgar Allan Poe, Walt Whitman, George Bernard Shaw y otros grandes autores», «La traducción de esta película es muy mala», «El orador habla demasiado rápido, creo que la traducción no está incluyendo todos sus conceptos».

Tipos de traducción
Los tipos de traducción son varios. La traducción directa se realiza de un idioma extranjero al idioma del traductor (como el caso de Borges traduciendo un texto de Poe). La traducción inversa, en cambio, se concreta del idioma del traductor a un idioma extranjero.
Por otra parte, puede hablarse de traducción literal (cuando se sigue el texto original palabra por palabra) o traducción libre o literaria (se respeta el sentido del texto original, aunque sin seguir la elección de expresiones del autor).
No obstante, tampoco podemos pasar por alto que existe otra clasificación de la traducción. En este caso, dentro de la misma nos encontramos categorías tales como la traducción judicial, que es aquella que tiene lugar delante de un tribunal. Por otra parte, está la traducción literaria que, como su propio nombre indica, es la que tiene como objeto obras literarias de diversa índole ya sean cuentos, poemas, teatro o novela. Todo ello sin olvidar tampoco la conocida como traducción divulgativa, que es la que se encarga de hacer lo propio con todo tipo de textos y documentos que pretenden dar a conocer un asunto en cuestión. Ni a la llamada traducción científico-técnica que es la que, como su denominación indica, se refiere a textos referidos a la ciencia, a la tecnología, al ámbito médico o la ingeniería, entre otros campos.

Existen herramientas informáticas dedicadas a la traducción.
Trabajo en simultáneo
La traducción simultánea tiene lugar al mismo tiempo que se está pronunciando una conferencia o discurso. Es habitual que se utilice en el ámbito de la política (en los encuentros internacionales) o en los medios de comunicación (para traducir lo expresado en un evento en lengua extranjera).
De la misma manera este tipo de traducción es también la que se desarrolla, por ejemplo, cuando un actor extranjero llega a otro país diferente al suyo para dar una rueda de prensa en la que presenta su nueva película.
Cabe destacar que pese a que la única traducción precisa es aquella realizada por un ser humano con grandes conocimientos sobre el idioma a traducir, existen herramientas informáticas que realizan traducciones literales con bastante éxito.
Palabra de experta
Traductora de Inglés y Magíster en Traductología por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Cecilia de la Vega cuenta con una amplia experiencia en el campo de la traducción. Trabaja de manera autónoma, coordina el equipo de traducción literaria inglés-español denominado «Susurros chinos» y se desempeña como profesora de Introducción a la Traductología y de Traducción Literaria en la UNC.
– ¿Cómo debe prepararse un/a traductor/a, qué cualidades y herramientas necesita tener, para conseguir un óptimo desempeño profesional?
Un traductor literario debe en primer lugar ser un gran lector. No solo debe leer en lengua extranjera sino que debe leer también en la lengua hacia la que traduce y traducciones. Para desarrollar competencias traductoras es importante emular a los mejores. Leer buenas traducciones siempre es provechoso. Quien traduce tiene que conservar siempre su curiosidad y sus ganas de aprender y saber documentarse.
Es importante que trabaje siempre en pos de alcanzar altos estándares. Las traducciones literarias no suelen contar con revisión de otros especialistas bilingües. Por lo general, quien recibe la traducción es el editor o corrector, que no necesariamente domina la lengua extranjera y, por lo tanto, no puede hacer cotejo con el original. Se limita a revisar el texto en lengua meta. Por ese motivo, la traducción tiene que estar pulida en la primera entrega.
Cecilia de la Vega
– ¿Cuáles son, de acuerdo a tu experiencia, las principales limitaciones o los mayores obstáculos que surgen al dedicarse a la traducción literaria?
Lo más difícil en traducción literaria es insertarse en el mercado editorial. Las editoriales suelen contratar traductores recomendados o con probada trayectoria. Cuando todavía no se tiene demasiada experiencia, se hace un poco difícil conseguir proyectos de traducción.
Es por eso que es muy importante darse a conocer. Participar en ámbitos literarios, difundir nuestras traducciones publicadas en sitios web, revistas digitales, redes sociales, presentar proyectos de traducción bien delineados a las editoriales, atendiendo a sus estilos y las características de sus catálogos.
Cecilia de la Vega
– Como profesora de Introducción a la Traductología, ¿cuáles son tus necesidades, búsquedas y aprendizajes?
Como formadora de traductores, siento que tengo que estar al día con lo que ocurre en la profesión tanto en el ámbito académico como en el ámbito de la industria de la traducción. Trato de actualizarme permanentemente y de tratar de entender cuáles son las demandas del mercado, porque de eso dependerá el tipo de herramientas o la preparación que deba brindarles a mis estudiantes. También me resulta fascinante cómo va mutando la concepción de la traducción y cómo esto impacta en las prácticas y en la idea que tiene el común de la gente sobre la profesión.
Es importante educar al público sobre las complejidades de la labor traductora y de la gran responsabilidad que se asume al traducir textos de una lengua y una cultura a otra. Incluso a veces, de un tiempo y a otro. Es una tarea que debe ser valorada porque de ella depende la comunicación más allá de nuestras fronteras, la circulación del conocimiento y de la cultura, y la comprensión entre diferentes colectivos y comunidades.
Cecilia de la Vega